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El silencio de las inocentes

La maternidad de niñas niega todo tipo de derechos, en Anta un departamento al sur de la provincia de Salta los casos que vulneran a las mujeres y niñas son constantes. “Julia” -se omitió su nombre real- vive en Las Lajitas y es una de las tantas víctimas de este sistema opresor y patriarcal que la condenó con tan solo 10 años a ser madre.

Las Lajitas-. La niña fue violada reiteradas veces por su progenitor, “nunca dijo nada por temor a lo que haga su padre con sus hermanitxs y su madre”. El embarazo de Julia fue detectado a las 24 semanas de gestación cuando la pequeña ingresó al hospital de la localidad anteña tras sufrir fuertes dolores abdominales se creía que era un supuesto “ataque de hígado”, quien acompaño a la niña fue su madre – también violada y golpeada por su pareja-. Al tomar conocimiento de la terrible situación los médicos dieron parte a la Justicia que inmediatamente comenzó a investigar el caso. La niña atemorizada y manipulada por su padre violento y alcohólico nunca contó lo que padecía; ella temía por su hermanito discapacitado. “Siempre hubo una preferencia por Julia, cuando su padre violento regresaba del campo mandaba a su mujer y hermanxs a juntar leña, pero Julia no, ella tenía que quedarse a hacerle compañía”, comenta una allegada a la familia.

Cuando la Justicia logró detectar que la violación ocurrió en el plano intrafamiliar detuvo al agresor y en ese momento Julia, su madre y dos hermanxs quedaron sumidxs en la más profunda de las miserias ya que el que sostén económico era el abusador. Desde el hospital aseguran que la Interrupción del Embarazo “era imposible por la edad gestacional en la que se lo detectó”, a Julia se la condeno a maternar siendo una niña. Ella no tuvo el resguardo por parte del Estado. En la actualidad Julia cree que ese niño que nació de su pequeño cuerpo “es su hermano”. Como si fuera poco el único ingreso económico que tienen es la Asignación Universal.

Este año la pequeña comenzó la escuela, según sus allegados “tiene muchas ganas de estudiar y superarse”. Los médicos aseguran que “un embarazo a esa edad es cuatro veces más riesgoso para la vida de la niña y también para el feto”, aún con estas estadísticas la pequeña de Las Lajitas fue obligada a ser madre. Hoy Julia y ese hijo quedaron librados a su suerte sin la contención suficiente del servicio médico ni de la Justicia.

 

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