Cultura y Espectáculos

“Helados de Nieve y Leche Condensada” ganó el premio a mejor cortometraje documental nacional en el Patagonia Media Festival

Está dirigido por la salteña Alodia Valdez Kao el premio fue otorgado por la Red Argentina de Documentalista (RAD). Además fue seleccionado en el festival de la India representando al país.

La joven licenciada en publicidad tiene 24 años y este trabajo es el segundo en su carrera como directora y autora, anteriormente había realizado un corto documental de danzas que salió premiado en Madrid.

“Me siento muy felíz, ayer a las 12 me lo comunicaron”, expresa Alodia a InfoSalta, y destaca que además este film quedó seleccionado para participar vía stream en la página: AAO

El Patagonia Media festival, consiste en un evento que tiene tres categorías: cortometrajes nacionales, internacionales y universitarios, Alodia cuenta que en la actualidad esta estudiando en Jujuy en la Escuela Nacional de Experimentación y Realización Cinematográfica (ENERC), que depende del Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales (INCAA).

La pasión por el arte visual comenzó en el segundo año de su carrera de publicidad cuando tenia que hacer una realización audiovisual. “Quiero agradecer a mi familia que siempre me animó a que lo intente, recién estoy comenzando y rodar en época de pandemia no fue fácil, pero siempre lo intenté”, señala la joven.

Alodia también agradece a las seis personas que pertenecen al equipo técnico que salieron en el cortometraje.

La Casualidad: “si sigue en la memoria, el pueblo no muere”

La joven licenciada manifiesta que no conocía la historia del pueblo salteño La Casualidad pero gracias a las personas que trabajan en las ONG pudo plasmarlo en su audiovisual breve “esto para mi es muy importante porque fijé un precedente”.

El documental es una miscelánea de anécdotas frescas e inocentes. “Cuando iba a primero o segundo grado nuestra mayor aspiración era que la maestra nos designe para tocar la campana para salir al recreo (…). Era una alegría para mí llegar a mi casa y contarle a mi mamá que la maestra me había elegido para tocar la campana”, compartió Luis. “24 horas sonaba el cablecarril (…), pero cuando sonaba el silbato es porque algo estaba pasando”, aportó Clelia. Y es el prólogo para la tragedia que se cernió sobre ellos. “Todo aquello en 1979 se tuvo que cerrar, porque decían que no tenía rédito”, sintetizó Antonia. “Cuando cerraron La Casualidad, cuando nos vinimos, era una cosa que decíamos nunca más. Uno chico, uno joven, cómo iba a hacer para decir: ‘Yo me quedo’. Te desaparecían si hacías eso”, comentó Nora. “Camiones empezaron a cargarse con las cosas que cada uno tenía en su casa y subieron las familias a venirse y aprender a vivir en otro lugar”, señaló Clelia. “Mandaron la gente de La Casualidad en el tren con todas sus pertenencias a Salta Capital y había gente que no sabía adónde iba a ir, porque no conocía. Fue un desarraigo muy grande”, describió Antonia. Y quizá sea esa la mayor virtud de este cortometraje, mostrar los otros tipos de exilio a los que sometió el proceso a los argentinos.

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