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Aguaray: Surgen dudas sobre la muerte de un operario boliviano

El joven obrero falleció al sufrir un terrible accidente mientras trabajaba en el tendido del sistema eléctrico interconectado Argentina-Bolivia.

Muchos hablan de operarios indocumentados que fueron contratados por las empresas que llevan adelante la obra de construcción de la línea de interconexión eléctrica que proviene de Bolivia, cuyo financiamiento total se encuentra a cargo del Estado plurinacional de Bolivia y mediante el cual el vecino país venderá electricidad a la Argentina.

Otros, en el mejor de los casos, se refieren a operarios con doble nacionalidad pero residentes todos en Bolivia, quienes ingresan a la Argentina por pasos no habilitados entre la frontera de los dos países y que se hospedan en un galpón de Tartagal, y otros en un apart hotel de la ciudad.

Los rumores comenzaron a surgir con más fuerzas la semana anterior cuando un joven de 25 años residente en una localidad boliviana de Cochabamba cayó de una pluma (herraje que facilita el armado de las torres para el tendido eléctrico) y murió a consecuencia del impresionante golpe que literalmente le destrozó el rostro y la cabeza al derribarse desde los 12 metros de altura, en el norte salteño.

Audios de otros trabajadores que se viralizaron durante toda la semana aseguran que el joven herido de muerte permaneció varias horas en el lugar hasta que fue retirado en una ambulancia, pero esa versión nunca pudo ser confirmada ni desmentida.

Otras versiones aseguran que el cuerpo -por tratarse de un indocumentado boliviano- habría sido cruzado hacia el vecino país por un paso no habilitado, pero un profesional de Tartagal vinculado laboralmente a la empresa boliviana aseguró que “los trámites se hicieron todos en el consulado boliviano y la empresa se hizo cargo de todo”.

Cuál es la realidad, solo podrá saberse si el fiscal penal con jurisdicción en la localidad de Aguaray, Armando Cazón, realiza una exhaustiva investigación sobre el tema.

El electroducto o tendido eléctrico entre el Nodo Frontera (Bolivia – Argentina) incluye la construcción de una línea eléctrica de transmisión binacional de 110 kilómetros que comienza en Yaguacua (Tarija) y termina en Tartagal (Argentina).

Al tratarse de una empresa de nacionalidad boliviana y que a su vez subcontrata algunas empresas salteñas para diferentes obras de la interconexión eléctrica, es más firme la sospecha de que los obreros contratados serían del vecino país. Lo cierto es que los audios de sus compañeros aseguran que el operario fallecido “se cayó junto a la pluma, había escalado hasta los 10 a 12 metros para colocar la roldana en la punta, y cedió uno de los cuatro vientos, el del lado oeste. La pluma cayó hacia el lado este con el montador sujeto casi al extremo”. Otro audio dice que “Un referente comunitario de Mosconi, que ya tenía 4 operarios trabajando en la obra, fue el día antes del accidente a exigir más cupos laborales a la empresa a cargo, amenazando con parar las actividades si no les cumplían las exigencias. No tienen personal capacitado para esas labores, y extorsionan a las empresas para que sí o sí tomen gente o no las dejan trabajar”. Otro trabajador aseguró que “el montaje no estaba bien asegurado y cedió, provocando la caída de la pluma hacia el otro extremo, donde había subido el obrero a colocar la roldana para el montaje”.

Piden la policía de trabajo

Ante la gran cantidad de trascendidos, el gremio de la Uocra, mediante la delegación de Tartagal, solicitó una inspección pero no solo en la obra del tendido eléctrico y varias subcontratistas, sino en diversas empresas que realizan actividades en el norte del departamento San Martín.

El pedido de la policía de trabajo abarca también a otras obras particulares, como la construcción de un edificio donde funcionará un supermercado, otras que realizan la construcción del paso a nivel sobre villa General Güemes en Tartagal, y otras empresas dedicadas a los hidrocarburos.

El interconectado “Juana Azurduy de Padilla”, tal como se denomina este tendido entre los dos países vecinos, comprende la construcción de dos subestaciones, una en la localidad de Yaguacua (Bolivia) y otra en Tartagal.

Entre las más de 20 empresas aparecen algunas que son subcontratistas en el tendido eléctrico y la subcontratista a la que pertenecía el obrero fallecido.

El interconectado

La obra del interconectado que traerá energía eléctrica desde Bolivia se inicia a pocos kilómetros de la frontera, en jurisdicción del municipio de Yacuiba, más precisamente de la Planta Termoeléctrica del sur inaugurada en septiembre del año 2014.

La planta alcanza una capacidad de producción de 160 MV, pero el sur de Bolivia solo requiere de 40, por tanto el excedente será destinado a la venta tanto en Argentina como Brasil, Perú y Paraguay.

La línea internacional tiene una capacidad de transporte de 132 MV, lo que implica un alivio para las localidades de San Martín y de Orán, que en pleno verano y cuando las temperaturas superan los 43 grados utilizan unos 50 MV cada una.

El interconectado debe llegar hasta el sur de Tartagal, lo que implica 71 kilómetros desde la frontera. Cabe resaltar que del lado boliviano ya se construyeron 42 kilómetros y el interconectado está totalmente financiado con recursos estatales bolivianos.

El negocio para la vecina nación será vender electricidad cuando el norte, a causa del consumo, se quede sin capacidad para abastecer a los departamentos San Martín y Orán. ENDE, la estatal boliviana de energía, dispuso de un presupuesto de unos 70 millones de dólares para la obra que se inició en 2019 pero que estuvo suspendida todo el año 2020 a raíz de las restricciones por la pandemia.

Después de 71 kilómetros desde la frontera con Bolivia, el punto de interconexión con Argentina se ubica en la estación transformadora que opera Transnoa en la entrada sur de Tartagal. EL TRIBUNO

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