Una mujer denunció a policías de la Comisaría 20 de Orán de haberle disparado de forma indiscriminada a su hijo de 22 años y a su yerno de 26.
Su cara lo dice todo. La señora Patricia Peralta denunció a policías de la Comisaría 20 de Orán de haber disparado de forma indiscriminada en contra de su hijo y su yerno. La imagen que grafica cómo quedó la espalda del joven de 22 años, Manuel Gareca hijo de la denunciante, es elocuente. Según la mujer, es la segunda vez que los de azul hieren a su hijo, “la primera cuando era menor me lo entregaron con uno de los ojos verdes y por explotar, después se acercaron para pedirme disculpas por la equivocación. Esta vez no estoy dispuesta a callarme, los voy a denunciar en todas partes”.
Según la denuncia de Peralta, el domingo cerca de las cinco su hijo y su yerno salieron del salón en el barrio Milagro, donde festejaban el cumpleaños de su hija de 20 años, con dirección al barrio Caballito. “Fueron a dejar las cosas que sobraron de la fiesta”, contó. En ese momento efectivos policiales de Orán habían desplegado un operativo cerca de la estación, “ellos -su hijo y su yerno- para evitar inconvenientes decidieron volver por otra calle, se cruzaron con patrulleros que iban hacia la zona de la Estación y el tercer móvil sin advertir nada a nadie comenzaron a los tiros”. El relato de la mujer se va agudizando al tiempo que describe los hechos.
“Yo los mandé para que llevaran lo que sobró en la fiesta, después de un tiempo me llamó la atención que no volvían”, sostuvo Patricia; cuando de golpe “aparecieron en el salón, mi hijo estaba todo ensangrentado”. En el amanecer de la jornada dominguera y tras haber disfrutado toda una noche en la fiesta de su hermana, Miguel Gareca llegó al salón con una docena de perdigones de goma incrustados en su cuerpo disparados desde algún arma. “Sin la voz de alto, aunque ellos digan que sí, abrieron fuego contra dos muchachos que no tuvieron nada que ver en el operativo”.
Sostiene al diario El Tribuno la mujer indignada, “esta vez, aunque contra la voluntad de mis hijos, no me voy a callar, no puede ser que esto siga pasando”, se dirigió hasta la Comisaría 20 “primero no me quisieron recibir la denuncia, mi hija al intentar sacarme de ahí me dijo que esos -por los policías- están acostumbrados a llevar a borrachos y ellos se fueron contra mi hija insultándola de una manera horrible y después dos mujeres policías se la llevaron detenida”. Al cabo de algunas horas, Patricia Peralta logró radicar la denuncia y no piensa dejar que el tema se diluya con el tiempo.
“Esta vez no va a quedar en la nada, estoy dispuesta a ir hasta las últimas consecuencias porque no es la primera vez que hacen eso con mi hijo”, concluyó Peralta llena de rabia.