- Por: Violeta Alegre -Agencia Presentes-.
En el año 2014, la activista travesti Lohana Berkins fue invitada al programa televisivo Duro de Domar. Allí le pidieron su opinión sobre la actriz trans Florencia Trinidad -“Flor de la V”- y el hecho de que gastara mucho dinero en un vientre de alquiler para poder ser madre. Al responder, Berkins remarcó dos situaciones mediáticas de las travestis: “Tenés que ser divina, impoluta, casarte de blanco -haciendo referencia a Florencia- o la bufona de la Corte, donde todos se te ríen, te ridiculizan”. El último ejemplo remitía a la mediática trans vapuleada Zulma Lobato.
La exposición de Zulma en estos años ha sido inmensa. En un programa en Crónica Tv sufrió un ataque al aire transmitido en vivo y luego, la conductora Anabela Ascar contó mirando a cámara cómo había sido y que “por suerte le pasó en nuestros estudios y no en su casa”. También Ascar dice allí que la invitación a Zulma fue para ayudarla porque ella le dijo que “no tenía trabajo”. La descompensanción que sufrió Zulma al aire fue seguida de memes en las redes sociales, como siempre que es noticia. El propio Aníbal Pachano, coreógrafo mediático, imitó a su ataque, burlándose en un programa.
En Argentina, alguien que no tiene talento, o un contacto o una estética estereotipada, no llega a los medios porque no es un producto vendible. El caso de Zulma fue claro: se antepone su identidad de género degradada para ser expuesta y burlada por todo un país.
Los medios exponen a Zulma Lobato pero no informan sobre travesticidios
Para la mayoría de los medios, nuestra identidad travesti o trans es deshechable y ridiculizable. Parecen decir todo el tiempo “este ser no tiene valor”. Por ende, todo lo que pueda ocurrirnos no va a generar indignación. Las violencias a las que estamos expuestas, tanto desde el Estado por sus fuerzas policiales o por falta de acceso a derechos básicos como por la sociedad toda en sus prácticas discriminatorias, no son tomadas en cuenta. Es más, son reforzadas con la violencia mediática. Esto también se da en el seno del colectivo LGBTI, donde muchos gays replicaron – o incluso usaron como foto de perfil- la foto de Zulma sufriendo un ataque frente a cámara.
Hace apenas un par de días, Zulma volvió a ser víctima de exposición. Esta vez fue el presentador de programas de chimentos, Ángel de Brito, quien público en su cuenta de Twitter un video en donde se la ve en situación de calle en Mar del Plata. Zulma está con dos valijas y rodeada de policías. Ahora mismo, y gracias a la exposición cruel de De Brito, ahora mismo más de veinte medios nacionales tienen en sus portales titulares como “La dramática situación de Zulma” o “Zulma Lobato fue encontrada tirada en la calle” o “Zulma Lobato pasa hambre”. Sin embargo, cuando asesinan a una travesti o mujer trans no coberturas ni indignación mediática por esos travesticidios ni transfemicidios.
Acumulación de violencias
Esta noticia de Zulma habilita a que sus lectores morbosos lean las noticias y opinen sosteniendo las violencias hacia todo un colectivo. Los comentarios bajo las noticas de la situación de Zulma hacen referencias déspotas. Desde “viejo loco” – no respetando su identidad de género y patologizándola- hasta amenazas que parecen decir “esto le pasa por travesti” sin ponerse, ni un segundo, a analizar la situación o empatizar – mínimamente- con un colectivo que sufre vulneración sistemática de derechos ni con una persona que la está pasando mal mientras todxs miran.
Zulma Lobato es una persona trans, adulta mayor en situación de calle, atacada por una hegemonía. En su cuerpo e identidad se acumulan una serie de violencias ejercidas por un sistema patriarcal. Ya vemos que la sociedad toda es cómplice de esto, esperemos que desde el Feminismo podamos responder ante su situación de vida como lo hacemos hacia tantas otras violencias