Graves denuncias de abuso de autoridad y torturas a presos en la Cárcel de Metán

Según se pudo saber, la Justicia ya está trabajando en la destitución de la cúpula del servicio penitenciario metanense. Están involucrados al menos 15 agentes, quienes habrían estado ebrios. Pero este solo sería el punto de partida para una investigación donde varias familias denuncian que los reclusos son victimas de violencia extrema en ese lugar que tendría hasta una “Sala de torturas”.

Metán-. Una gravísima denuncia de apremios y abuso de autoridad de quince agentes contra un recluso llegó a la Justicia. A través de un fallo del juez Sebastián Fucho, pasaron a disponibilidad al Director y a 15 agentes de la unidad carcelaria de esa localidad. Todo se originó a raíz de una denuncia que radicó el padre de un recluso, Héctor Pereyra, quien aseguró “que su hijo fue salvajemente agredido por los efectivos de esta institución”.

Desde hace un tiempo parientes de varios presos de la Unidad Carcelaria Número 2 de Metán manifiestan que son victimas de las peores vejaciones: el aula donde los internos reciben clases no solo cumple ese rol sino que “sería usada como sala de tortura”, también un joven preso por robar una moto habría sido salvajemente golpeado hasta el punto de sufrir una fractura de consideración en su brazo.

Asimismo hay una grave denuncia por parte de la Secretaría de DD.HH. de esa localidad donde se pone en evidencia la situación de un recluso que según la versión de las autoridades carcelarias “quiso cortarse las venas porque habría sido victima de una violación”, pero lo que manifiesta la familia del interno se contrapone con la versión oficial.“Al joven lo habrían golpeado de tal manera hasta intentar acabar con su vida […] no dejaron que una de sus parientes lo visite, cuando la mujer se enteró de lo sucedido, fue al hospital local pero el joven ya había sido trasladado a la Cárcel de Salta.”

En las últimas horas se conoció la palabra de Héctor Pereyra, padre de la víctima que se presento ante la Justicia y el Juez Sebastián Fucho accionó al respecto pasando disponibilidad al Director y a 15 agentes. En dialogó con DNI el hombre relató la pesadilla que sufrió su hjjo en una oscura sala de torturas -lugar que se repite en todas las versiones relatadas por las familias de los distintos reclusos- donde aparentemente fue víctima del abuso de poder y de la impunidad en carne viva.

El hombre en pocas palabras, con tono tenso y agobiado contó: “a mi hijo lo trasladaron a una celda aparte, los agentes, quienes estaban en estado de ebriedad, lo desnudaron, lo tiraron en el piso, donde a patadas y rodillazos lo golpearon en diferentes partes del cuerpo. Le quebraron un brazo y hasta le apretaron los testículos. Hoy mi hijo orina sangre”.

Durante su breve relato, Pereyra destacó que las agresiones y castigos a los reclusos son frecuentes y no es la primera vez que sucede. “Hasta los hacen pasar hambre”, sostuvo.

 

 

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