La variante Delta obliga a retrasar al menos un mes el ‘día de la libertad’ en Reino Unido

Esto se traduce, en la práctica, en que las discotecas permanecerán cerradas, se mantiene la capacidad de aforo limitada para eventos deportivos, pubs, restaurantes y cines así como el límite máximo de seis personas o dos familias que residan en la misma vivienda para reuniones en interiores.

El veloz ritmo de vacunación en Reino Unido y las medidas que han estado vigentes durante meses para controlar la propagación del Covid-19 hicieron creer al gobierno, y a la población, que la guinda del pastel de la desescalada podría ponerse el próximo 21 de junio, con la eliminación de todas las restricciones, tal y como estaba previsto. Sin embargo, la aparición de la variante Delta, detectada por primera vez en la India, cambió, una vez más, los planes, obligando al primer ministro Boris Johnson a anunciar este lunes que el llamado ‘freedom day’ (día de la libertad, en español) se postergará al menos cuatro semanas.

Esto se traduce, en la práctica, en que las discotecas permanecerán cerradas, se mantiene la capacidad de aforo limitada para eventos deportivos, pubs, restaurantes y cines así como el límite máximo de seis personas o dos familias que residan en la misma vivienda para reuniones en interiores. El Gobierno hizo una excepción con las bodas, para evitar nuevas cancelaciones entre las parejas que habían previsto celebrar su matrimonio este verano, por lo que no habrá un límite máximo de invitados pero será obligatorio mantener la distancia social y los bailes en interiores no estarán permitidos. Johnson empezó la rueda de prensa diciendo que sabían que la apertura conduciría a más infecciones, pero matizó que «no podemos simplemente eliminar al Covid. Tenemos que aprender a vivir con él».

Este retraso, que será sometido a votación en la Cámara de los Comunes, desencadenará una rebelión en las filas conservadoras, donde muchos diputados exigen una apertura total inmediata que permita la recuperación económica. El Gobierno, no obstante, tomó la decisión basándose en los datos disponibles sobre el alcance de la variante Delta y tras haber sido presionado por diferentes equipos científicos que argumentan que este tiempo extra dará margen para permitir que más personas reciban su segunda dosis de la vacuna. Además, argumentan que también servirá para estudiar con más detalle los resultados de la vacunación y definir si la nueva cepa, que se cree que es alrededor de un 60% más infecciosa que la variante dominante anterior, es más resistente o no a la inmunización. Según Johnson, que consideró que lo «sensato» es «esperar un poco más para la apertura», los casos están creciendo a un ritmo de un 64% por semana, pero confió en que para el lunes 19 de julio, dos tercios de los adultos hayan recibido ya las dos dosis, por lo que mostró confiado en que no será necesario prolongar las restricciones más allá de esa fecha, e incluso declaró que se reserva el derecho de acelerar el levantamiento de las restricciones si tras dos semanas los datos mejoran.

«Tal y como están las cosas, y sobre la base de la evidencia actual, estoy seguro de que no necesitaremos más de cuatro semanas y no necesitaremos ir más allá del 19 de julio», aseguró el premier, que añadió que «está inconfundiblemente claro que las vacunas están funcionando y la magnitud del despliegue de la vacuna ha hecho que nuestra posición sea incomparablemente mejor que en oleadas anteriores». «Pero ahora es el momento de soltar el acelerador porque si somos cautelosos ahora tendremos la oportunidad de salvar muchos miles de vidas al vacunar a millones de personas más» y «estaremos en una posición mucho más fuerte para mantener bajas las hospitalizaciones, vivir con esta enfermedad y completar nuestra cautelosa pero irreversible hoja de ruta hacia la libertad», afirmó. Chris Whitty, el principal asesor médico del gobierno, detalló que la demora no significa que el riesgo haya desaparecido, mientras que Patrick Vallance, el principal asesor científico, declaró que el virus «estará con nosotros para siempre» y que sin las vacunas «el Gobierno estaría considerando más confinamientos».

Los sectores productivos se mostraron críticos con la medida. Kate Nicholls de UKHospitality, que representa a la hostelería, aseveró que las empresas se enfrentan a pérdidas de tres mil millones de libras esterlinas mientras que The Night Time Industries Association, que agrupa a empresas de ocio nocturno, advirtió que han invertido millones de libras en prepararse para reabrir y que impugnarán legalmente cualquier retraso, mientras que el UK Weddings Taskforce, del sector de las bodas, detalló que al menos 50.000 que estaban previstas en las cuatro semanas siguientes al 21 de junio tendrían que haber sido canceladas si el gobierno no hubiera cedido. ABC

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