El muchacho fue condenado a la pena de dos meses de prisión efectiva como autor del delito de desobediencia judicial.
El joven tenía prohibición de acercamiento, pero de todas maneras se presentó en el domicilio de su abuela para pedirle plata para comprar estupefacientes y bebidas alcohólicas, situación que se repetía a diario ya que es adicto. La mujer radicó la denuncia, por lo que su nieto fue detenido en ese momento.
En la audiencia de juicio abreviado, la jueza de Garantías 1, Ada Zunino, además de condenarlo lo declaró reincidente por segunda vez, teniendo en cuenta los antecedentes condenatorios que el joven registraba.