Vecinos rosarinos denunciaron la existencia de un boliche clandestino, detrás del funcionamiento del mismo se encuentran involucrados funcionarios y efectivos policiales.
Un local abrió sus puertas sobre la calle 20 de Febrero en Rosario de la Frontera, con música a todo volumen, venta de bebidas alcohólicas y expendio de entradas, empezó a funcionar sin estar “habilitado”.
Cómo si esto no fuera suficiente, seis efectivos de la policía estaban “prestando servicios adicionales” dentro del establecimiento.
El boliche “no pagó el permiso para bailes y/o reuniones” y funcionó sin estar habilitado, por lo que inmediatamente fue denunciado por vecinos de la zona.
Al llevar a cabo la inspección de rigor, se encontraron con 50 personas dentro y seis efectivos “incumpliendo sus deberes como funcionarios públicos”.
Inmediatamente, los inspectores municipales realizaron la denuncia policial en contra del propietario del lugar, y el fiscal López Ibarra, recibió la consulta pertinente a los efectos de determinar las acciones a seguir y las sanciones que le corresponderían a los policías que “prestaban servicios”.
Es importante destacar que el local pertenece a una actual Concejal de Rosario de la Frontera.
El boliche fue denunciado previamente por los vecinos, ya que permiten el ingreso de menores de edad y el consumo libre de alcohol. En octubre, los inspectores realizaron en el establecimiento un “control de rutina” y descubrieron que había una cantidad excesiva de personas, superando el número permitido para el local.
Este hecho es sumamente peligroso debido a que ante una emergencia, los clientes no podrían evacuar a tiempo y estarían en peligro.