GRAVE DENUNCIA POR MALA PRAXIS: LLEVÓ A OPERAR A SU GATO Y LE PUSIERON UNA PLACA PARA PERRO EN UNA DE SUS PATAS

Una joven dejó a su mascota en una veterinaria ubicada en la bajada de Villa Lavalle y luego de la primera intervención quirúrgica las cosas comenzaron a complicarse para su animal, desde ese centro de atención no le dieron ninguna respuesta, y le cobraron por dos operaciones, y hasta querían amputarle una de las patas al pequeño felino.

Lo que parecía una operación de rutina para restaurar una de las patas de “Pelusa”, terminó de manera trágica y ahora Delicia, busca justicia por el hecho que desencadenó en la colocación de una placa para un perro de 20 kg, cuando su mascota apenas pesa 3 kg, “es por eso que la herida no sana y los puntos se le abren constantemente”, cuenta a InfoSalta la joven notablemente preocupada.

Días atrás la mujer llevó a su gato de 7 meses a la veterinaria M. de la zona de Villa Lavalle para que lo asistan parque el animal estaba fracturado. Pero poco después, todo comenzó a complicarse.

“Mi gatito llegó con triple fractura de tibia y peroné, tuvimos que pedir turno porque al parecer este supuesto doctor no atiende ahí, solo va cuando tiene pacientes (raro porqué es su veterinaria), ese día le hizo placas y le puso un yeso, dijo que ‘la única solución era una cirugía’, la cuál tenía un costo de $80.000, accedimos a abonar”, comienza su relato Delicia.

Y continúa: “pasada una semana de esta primera cirugía, a mi gatito se le suelta unos de los clavos de su placa, lo llevamos nuevamente y este veterinario nos culpó diciendo que mi gato seguro saltó y por eso se salio el clavo. Ese mismo día nos dijo que habría que hacerle otra cirugía para sacarle la placa y ‘acomodarla’, y nos cobró $20.000, preocupados volvimos a acceder a pagar, porqué realmente pensamos que fue nuestra culpa lo del clavo”.

Luego de la segunda cirugía Delicia manifiesta que “pasó una semana y a Pelusa se le empiezan a soltar los puntos de la nada”, motivo por el que regresan a la veterinaria. En esa ocasión ya vieron que algo no andaba bien, llegaron y según la mujer “agarraron entre dos al animalito y lo cosieron como si fuera una ‘media’, ni siquiera le colocaron tranquilizante”, detalla.

De acuerdo al relato de la joven, al regresar a su hogar, los puntos volvieron a abrirse, vuelven a tomar contacto con la gente de ese centro de salud animal y comenzaron con la excusa que la curación que le estaban realizando no era adecuada: “le volvimos a creer qué era nuestra culpa, no pasaron ni dos días y Pelusa otra vez con puntos abiertos de la nada, así pasaron dos veces, al final creo que se cansaron o se dieron cuenta que hicieron mal todo su trabajo, y empezaron a amenzarnos que si ese punto no cerraba, le cortaban la pata a mi gatito”. En ese momento la mujer decide consultar con otro profesional y para su decepción le explican que el médico traumatólogo de apellido M. que atendía al felino “hizo una mala praxis, desde la primera cirugía, porque que vieron las radiografías y el gatito tiene la placa sobre la articulación del hueso, es por eso que se le salió el clavo”.

Además le explicaron a Delicia que el felino tiene “placa para perro, razón que la herida no cicatriza, la placa es tan ancha para la patita del gato que por más que cierren con puntos se vuelve abrir por su ancho, la prótesis es para un perro de aproximadamente 20 kilos, cuándo el gatito apenas pesa 3 kg, es ancha y pesada por eso no cierra la herida”.

Ahora la joven busca justicia para Pelusa y que el médico que “sólo atendió al animal para las cirugías y después lo hacía un colega se haga cargo del terrible accionar”.

Según trascendió, esta veterinaria ya tendría varias víctimas en su haber, pero hasta el momento ningún caso fue denunciado ante la justicia. Al ser consultada, Delicia indicó que realizará la denuncia pertinente y que está buscando ser asesorada por algún abogado animalista.

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