El primer mandatario de la Nación, continúa su campaña de hostigamiento hacia la reconocida cantante Lali Espósito, justificando la violencia y utilizando un lenguaje denigrante, en un acto que refleja misóginia e persecución.
El presidente Javier Milei ha vuelto a generar controversia debido a sus reiterados ataques hacia la cantante y actriz Lali Espósito, sumando nuevos episodios de hostigamiento que no hacen más que evidenciar su falta de respeto hacia las mujeres y su desdén por el diálogo constructivo.
En una reciente entrevista con radio La Red, Milei se ha destacado por sus declaraciones justificando la violencia hacia Espósito, utilizando un discurso agresivo y despectivo que no tiene cabida en el debate público. Frases como “ella empezó. Si te gusta el durazno, bancate la pelusa” reflejan una actitud irresponsable por parte de “un líder político”, normalizando la violencia y el acoso como formas válidas de responder a las críticas.
No contento con sus palabras, Milei ha decidido incluso renombrar, desde una cuenta “troll”, a la artista como “Lali Depósito“, en un claro intento de menospreciar su persona y su trabajo.
Este tipo de comportamiento no solo es infantil y poco profesional, sino que además revela una profunda misoginia y falta de empatía hacia las mujeres en la esfera pública.
Preocupa que estos ataques hacia Lali Espósito se sumen a una serie de críticas injustificadas por parte del economista reconocido y hasta denunciado por sus actos violentos contra las mujeres en público, además cargo contra la industria musical y cultural de Argentina, cuestionando eventos como el Cosquín Rock y menospreciando el trabajo de los artistas que participan en ellos.
Esta actitud demuestra un completo desprecio por la riqueza cultural de nuestro país y una falta de comprensión sobre el valor del arte y la música en la sociedad.
En conclusión, es evidente que Javier Milei representa un ejemplo preocupante de hostigamiento y misoginia en la política argentina, utilizando su plataforma para atacar de manera desmedida a una figura pública como Lali Espósito y menospreciar su trabajo artístico.