La decisión responde al desacuerdo de estos países con el resultado de las recientes elecciones presidenciales en Venezuela, que reeligieron a Nicolás Maduro para un nuevo mandato.
En una maniobra diplomática contundente, Venezuela ha exigido el retiro de todo su personal diplomático de Argentina, Chile, Costa Rica, Perú, Panamá, República Dominicana y Uruguay.
La Cancillería venezolana ha criticado duramente a los gobiernos de estos países, calificándolos de “injerencistas” y “subordinados a Washington“, y los ha acusado de intentar reeditar el fracasado Grupo de Lima para desconocer los resultados del 28 de julio de 2024.
En su comunicado, Venezuela exige a estos gobiernos que también retiren a sus representantes en territorio venezolano de manera inmediata.
El gobierno venezolano se reserva el derecho a tomar “acciones legales y políticas” para defender su autodeterminación y garantizar un clima de paz y convivencia en el país, rechazando cualquier intento de desconocer la voluntad popular.