La situación es crítica, ya que el animal tiene necesidades especiales debido a su discapacidad, y su bienestar depende de una atención adecuada.
Esta noche, Trinidad Pérez, quién se había comprometido a darles asilo temporal, cortó todo contacto con la organización “Mi Legado Apalucha“, y las sacó de su propiedad con amenazas. Desde entonces, el paradero de los animales es un misterio.
La activista animal Marisol Luna, encargada del rescate de la yegua y su cría, declaró con preocupación: “Justo el día que habíamos encontrado un lugar adecuado para trasladarla y brindarle los cuidados que necesita, la señora Pérez me bloqueó y me echó con amenazas”.
Cabe resaltar que los animales no están marcados.
Ante la gravedad de los hechos, la abogada animalista Carmen Céspedes tomó el caso y radicó una denuncia penal contra Pérez. A través de sus redes sociales, Céspedes fue tajante: “Hago responsable a la señora Pérez si algo le pasa a la yegua o a Marisol (Kitty) de Mi Legado. La puede vender o hacerle cualquier cosa. La forma en que actuó es propia de una delincuente”.
El temor principal es que los animales puedan ser vendidos o incluso sufrir algún tipo de maltrato. Cualquier persona que tenga información sobre su paradero es instada a comunicarse de inmediato con las autoridades o con “Mi Legado Apalucha“.
El misterio en torno a esta desaparición mantiene en vilo a las proteccionistas, quienes no cesarán en su búsqueda hasta dar con los animales y asegurar su bienestar.
La solidaridad y colaboración de la comunidad serán clave para dar con el paradero de los animales.