¿Sabemos dónde están nuestros estudiantes? Solo 10 provincias logran registrar a toda su matrícula educativa

Un reciente informe del Observatorio de Argentinos por la Educación reveló que de todas las provincias relevadas solo 10 cuentan con datos completos de sus estudiantes en los niveles inicial, primario y secundario, una herramienta clave para mejorar las trayectorias educativas y combatir la deserción escolar.

El documento titulado “Sistemas nominales de información educativa en Argentina”, elaborado por Flavia Ferrari Inchauspe, Leyre Sáenz Guillén y Víctor Volman, destaca que consolidar sistemas educativos nominales, es decir, con información detallada de cada alumno, es crucial para tomar decisiones basadas en evidencia, especialmente en un mundo atravesado por el big data y la inteligencia artificial.

Según el informe, provincias como Córdoba, Chubut, Mendoza, Santa Fe, La Pampa, Jujuy, La Rioja, CABA, Entre Ríos y San Luis lideran el registro, alcanzando una cobertura del 99% o 100% de su matrícula.

Sin embargo, persisten desigualdades: en Chaco, por ejemplo, apenas el 13% de los estudiantes de escuelas primarias privadas están registrados, mientras que en San Juan y Misiones los sistemas no incluyen a alumnos del sector privado.

¿Por qué es tan importante contar con estos datos?

Sistemas de información como el Sistema Integral de Información Digital Educativa (SInIDE) y la Base Nacional Homologada (BNH) permiten centralizar información sobre asistencia, calificaciones y alertas tempranas, esenciales para prevenir la deserción escolar.

Actualmente, el 84% de la matrícula nacional está cubierta por la BNH, 10 puntos más que en 2021.

Este tipo de herramientas permiten trazar un mapa dinámico de las trayectorias educativas y empoderar a las escuelas con datos útiles para tomar mejores decisiones pedagógicas”, señala Flavia Ferrari Inchauspe, autora del informe.

Desafíos para un sistema más inclusivo

El informe identifica obstáculos como la falta de personal calificado, problemas de conectividad y la limitada accesibilidad de los datos para docentes y comunidades escolares. “Aunque la información suele concentrarse en niveles ministeriales, es fundamental que también llegue a los docentes, quienes pueden convertirla en acciones concretas en el aula”, indica Nancy Montes, investigadora de FLACSO.

Hacia una educación con datos para todos

La nominalización de datos de estudiantes no solo ayuda a trazar sus trayectorias educativas, sino también a diseñar políticas públicas más efectivas. Sin embargo, el informe advierte que aún queda camino por recorrer para transformar estos avances en una herramienta cotidiana que valore y utilice la información como motor de mejora continua.

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