El consumo de productos de panadería ha caído drásticamente en Argentina, con cifras alarmantes que reflejan el difícil momento que atraviesa el sector.
La situación ha puesto al sector al borde del colapso, InfoSalta charlo con Daniel Romano, presidente de la Cámara de Panaderos de Salta, quién manifestó que de continuar esta tendencia, podrían afectarse varios locales, como en otras provincias.
En un año, la venta de pan se redujo un 53%, mientras que la caída en el consumo de facturas, sándwiches y otros productos alcanza el 78%, según datos que dio a conocer hoy el Centro de Industriales Panaderos Agrupados del Norte (CIPAN).
“Ya no existe el que compra una docena de medialunas. La gente no tiene plata ni para lo básico, y eso nos está matando. Es muy complicado sostener una pyme en este contexto”, expresó Romano en una entrevista exclusiva con InfoSalta.
Crisis económica y servicios impagables
Además de la caída en las ventas, los panaderos salteños enfrentan aumentos desmedidos en los servicios básicos. Según Romano, la luz que es competencia provincial ha incrementado desde diciembre, mientras que el gas, el agua y los impuestos municipales también suman presión al ya golpeado sector.
“El aumento de la luz es desproporcionado. Nos están matando. Para quienes damos trabajo, sostener nuestras empresas en este momento es prácticamente imposible. Estamos atrapados: si subimos los precios, vendemos menos; si no lo hacemos, no cubrimos los costos”, afirmó.
Romano también apuntó a la falta de políticas públicas que apoyen a las pequeñas y medianas empresas. “Desde la época de Urtubey que subió los ingresos brutos, no hubo ni una sola baja hasta ahora”.
“A las pymes nos endulzan el oído diciendo que somos las que más generamos empleo, pero cuando se toman decisiones parece que no nos tienen en cuenta. Necesitamos medidas concretas, porque la crisis se siente cada vez más fuerte”, manifestó Romano.
Un futuro incierto
Consultado sobre el panorama a corto plazo, Romano fue tajante: “No veo que esto mejore. Si los remedios no dejan de subir, si los servicios siguen incrementándose y si la gente no tiene dinero para consumir, el sector está condenado. No es cuestión de política; es la realidad”.
El drama de las panaderías es un reflejo del deterioro económico que afecta a miles de familias argentinas.
Sin medidas inmediatas, muchas panaderías salteñas podrían cerrar, cómo ya lo hacen en varios puntos del país, dejando a trabajadores sin empleo y a las comunidades sin un servicio esencial.