La diferencia de costos entre los sistemas de votación volvió a instalar el debate sobre el mecanismo más conveniente para las elecciones.
La boleta única papel (BUP), que se estrenará en todo el país en las elecciones legislativas nacionales del próximo 26 de octubre, tendrá un costo estimado de 1 dólar por elector habilitado, según el presupuesto nacional asignado para estos comicios.
En contraste, las elecciones provinciales del 25 de mayo pasado en Salta se realizaron con boleta única electrónica, cuyo costo alcanzó los 4,3 dólares por votante habilitado. La comparación refleja que el sistema digital resultó más de cuatro veces más caro que la impresión de la boleta papel.
El dato económico reactivó la discusión política en la provincia, donde el ministro de Gobierno, Ricardo Villada, advirtió en el Senado que la falta de información sobre la BUP podría derivar en un aumento de votos nulos, en blanco y mayor ausentismo electoral.
“Hay un desencanto creciente de la población con la política, lo que se traduce en apatía frente a las elecciones. Si a esto le sumamos un sistema sin suficiente concientización, el riesgo es que aumente la cantidad de votos anulados o que muchos decidan no ir a las urnas”, señaló Villada.
El funcionario defendió el voto electrónico, vigente en Salta desde hace más de una década, aunque con cuestionamientos por su costo elevado y dudas respecto a su transparencia.
Desde la justicia electoral y distintos sectores políticos resaltaron que la boleta única papel representa un avance en transparencia y, además, abarata el gasto electoral.
El secretario electoral federal, Juan Pablo Acosta, aseguró que la boleta única “garantiza igualdad entre partidos y elimina los faltantes de boletas”.
En la misma línea, la presidenta de la UCR Salta, Soledad Farfán, sostuvo que el sistema fomenta el pluralismo al concentrar toda la oferta electoral en una sola hoja. El diputado nacional de Ahora Patria, Carlos Zapata, agregó que “es sencilla, económica y evita fraudes habituales”.
Las diferencias de costos también renovaron las críticas al sistema defendido por el oficialismo salteño.
La presidenta del Frente Grande, Elia Fernández, cuestionó la falta de transparencia del voto electrónico y aseguró que “la boleta papel es más segura y termina con viejas prácticas”.
El diputado nacional Emiliano Estrada afirmó que “lo que desalienta es la falta de claridad en la política, no el mecanismo de votación”.
Desde la izquierda, la dirigente de Política Obrera, Violeta Gil, remarcó que el desánimo electoral responde a la agenda gubernamental, mientras que el referente del Partido Obrero, Claudio del Plá, señaló la desigualdad de recursos entre grandes partidos y fuerzas minoritarias como el verdadero problema del sistema democrático.
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