En el corazón del departamento San Martín, la comunidad wichi El Algarrobito, de General Ballivián, vive una situación desesperante tras las inundaciones que afectaron al norte salteño en marzo.
Las familias aseguran haberlo perdido todo y denuncian que la ayuda estatal no llega.
El cacique Roberto González viajó esta semana a la ciudad de Salta junto a su familia para solicitar donaciones. “La ayuda del intendente no alcanza para todos. El Algarrobito siempre queda último”, expresó.
En la comunidad habitan 35 familias, entre ellas más de 70 niños y cinco adultos mayores, que necesitan ropa, pañales, zapatillas, abrigo y útiles escolares.
“Los chicos no tienen abrigo, los ancianos no tienen cómo cubrirse. Estamos muy mal”, agregó González.
General Ballivián está gobernado por Samuel Córdoba, intendente que lleva 33 años consecutivos en el cargo. Vecinos y referentes comunitarios aseguran que las ayudas se distribuyen de forma desigual, dejando a las comunidades más alejadas en el abandono.
Actualmente, las familias afectadas se encuentran alojadas temporalmente en el Albergue de Comunidades Originarias, ubicado en la capital salteña.
Quienes deseen colaborar pueden acercar donaciones a Santiago del Estero 1600, donde se reciben alimentos, ropa, pañales y elementos de higiene.
La emergencia humanitaria en el norte salteño deja al descubierto una realidad que se repite cada año: comunidades enteras que, ante el avance del agua, lo pierden todo y esperan ser escuchadas.
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