Sucedió en Río Piedras, Metán, cuando una familia denunció la brutal muerte de su cachorro ante la policía y no les quisieron tomar la denuncia.
La familia del cachorro, tras ser amenazada, tuvo que regresar al destacamento policial para hacer otra denuncia.
El hecho es de una gravedad institucional ya que a parte del nivel de agresividad y violencia contra el animal, hay que sumarle las amenazas que recibió la familia, más la falta de cumplimento de los deberes de funcionario público de los efectivos policiales.
Sin embargo, hace instantes desde fiscalía confirmaron a este medio que los agresores han sido detenidos.
Situaciones como esta demuestran la incapacidad de los funcionarios públicos para entender sobre los temas que refieren a la violencia hacia los animales. Proteccionistas han pedido en múltiples ocasiones la necesidad de una Fiscalía Animal y el agravamiento de las sanciones cuando la víctima es un animal de cuidado.
