El seleccionado argentino de fútbol llegó a su punto más alto el 18 de diciembre pasado, cuando obtuvo el Mundial de Qatar, en una final inolvidable ante Francia, que debió definirse por penales.
Tuvieron que pasar 36 años para que la escuadra albiceleste pudiera ganar su tercer Mundial.
Pasó un mes de ver a Messi vestido de héroe, con una capa qatarí, levantando el trofeo junto a sus compañeros. Esa fue la primera escena y el inicio de los festejos que continúan hasta hoy.
Cinco millones de argentinos salieron a festejar por las calles de Buenos Aires aquel día histórico, muchísimos más lo hicieron en sus pueblos o ciudades, afuera o dentro de sus casas. Un mes inolvidable.
