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FEMICIDIO DE LILIANA LEDESMA: LOS CASTEDO DESCONOCIERON EL CRIMEN

En la Sala de audiencias de la Sala I del Tribunal de Juicio de Orán se realizó ayer una nueva jornada en el juicio que se sigue contra Delfín Reynaldo Castedo y Raúl Amadeo “Hula” Castedo, acusados por el homicidio de Liliana Ledesma ocurrido en la localidad de Salvador Mazza en el año 2006.

En la jornada declararon los dos imputados. Luego de ello se realizó la incorporación de las pruebas ofrecidas. Primeramente declaró el acusado Delfín Castedo, lo hizo sin obligación de decir verdad y accedió además a contestar preguntas.

El mayor de los Castedo comenzó su versión sobre aquellos días en que se produjo la muerte de Liliana Ledesma, relatando que tanto él como su hermano Raúl se hallaban trabajando en la finca de propiedad del entonces diputado provincial Ernesto Aparicio (fallecido).

Delfín Castedo aseguró no ser sicario ni matón

Según el acusado, sus servicios abarcaban no solo el desmonte de 500 o más hectáreas, sino la construcción de represas, galpones y pozos de agua para una futura explotación agropecuaria que tenía proyectada su mandante, el diputado Aparicio. Aseguró que tuvo contacto con la víctima, Liliana Ledesma, ya que ella le recriminó (un día) el cierre de la finca a través de portones, allí Delfín aseguró que le dijo que no era cuestión de él, sino del dueño de las tierras, e incluso le ofreció una llave para que entrara y saliera, pero la mujer se negó a recibirla. Dijo que cuando se produjo el crimen no se hallaba en el pueblo; que no fue sicario ni matón y que no fue él quien puso portones a la finca y tampoco instigó a nadie.

Ante las insistentes preguntas de la fiscal el acusado siguió contestando, incluso sobre el tema de las escuchas, que no fueron debatidas.

El abogado frenó su declaración

El defensor, Horacio Morales objetó y se opuso a ese tipo de interrogatorio y pidió un cuarto intermedio para hablar vía remota y a solas con el acusado, que se encuentra en el penal de Ezeiza. Pedido que fue denegado.

De esa manera hubo al menos tres incidentes de este tipo, donde la defensa argumentó que desde la distancia no podía guiar a su defendido y que eso resultaba violatorio del derecho a la defensa. Finalmente le concedieron 15 minutos al defensor y a su defendido. Luego Delfín ya no quiso seguir declarando.

En tanto, su hermano Raúl, dio su versión de aquellos días, aseguró que solo trabajaba como capataz para su hermano y deslindó responsabilidades sobre el crimen, por acuerdo con su defensor se abstuvo de contestar preguntas. La audiencia se reanudará este jueves a las 16.30.

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