Las calles se encuentran hoy sumergidas bajo el agua debido a las intensas lluvias que azotaron la región en las últimas horas.
Este cambio climático ha generado un caos vehicular y afectado significativamente el servicio de taxis en la ciudad.
Las imágenes de calles transformadas en ríos improvisados han inundado las redes sociales, evidenciando la magnitud de la situación. Residentes locales expresan su preocupación por la falta de infraestructuras preparadas para hacer frente a estas condiciones climáticas extremas.
El servicio de taxis, un componente vital de la movilidad urbana, se ha visto considerablemente disminuido. Conductores enfrentan dificultades para navegar por las calles anegadas, limitando su capacidad de respuesta a las demandas de transporte de la ciudadanía.
Hablamos con algunos taxistas locales para obtener su perspectiva sobre la situación. José Martínez, conductor con más de diez años de experiencia, comentó: “Es realmente complicado trabajar en estas condiciones. Muchas calles están intransitables, y eso nos afecta a todos. La seguridad de los pasajeros es lo primero, pero también necesitamos mantener nuestros ingresos. El dueño de la remisera nos pidió no trabajar hasta que baje el caudal”.
