La vicepresidenta, en una visita a la provincia para conmemorar el aniversario de la Batalla de Salta, protagonizó un encuentro clave con líderes provinciales que podría cambiar el panorama político nacional.
En una jugada política sorprendente, Victoria Villarruel continúa forjando su camino independiente de Javier Milei al reunirse con cinco gobernadores, incluidos algunos señalados como “traidores” por el presidente.
El lunes por la noche, en un gesto que no pasó desapercibido, Villarruel se sentó a la mesa con el anfitrión Gustavo Sáenz y los gobernadores Osvaldo Jaldo, Raúl Jalil, Hugo Passalacqua y Carlos Sadir. Esta reunión, más allá de su aparente formalidad, implica una estrategia política audaz por parte de Villarruel, quien desafía abiertamente la autoridad de Milei y su línea de acción.
El impacto político de la foto de Villarruel junto a estos gobernadores es innegable, sobre todo si se considera la reciente pelea de Milei con las provincias, a las que ha recortado la mayoría de las transferencias.
Además, el gobierno ha señalado públicamente como “traidores” a líderes como Sáenz y Passalacqua, lo que añade un elemento de tensión adicional a esta alianza inesperada.
Fuentes cercanas revelaron que durante el encuentro, los gobernadores expresaron su preocupación por los recortes de fondos a las provincias y plantearon la necesidad de avanzar en el Congreso para revertir esta situación.
Villarruel mostró su apoyo a esta iniciativa, consolidando su posición como un actor político influyente en la escena nacional.
Sin embargo, el momento más destacado de la reunión habría sido cuando Villarruel sugirió a los gobernadores que establezcan un diálogo con Mauricio Macri para poner límites y condicionar a Milei, especialmente en lo que respecta a los recursos para las provincias.
Esta sugerencia confirma la estrecha relación entre Villarruel y Macri, quiénes emergen como un eje crucial en la lucha por el control político del gobierno, contrarrestando la resistencia liderada por Karina Milei contra el desembarco del PRO.
En definitiva, la reunión en Salta marca un hito en la carrera política de Villarruel y redefine las alianzas en el escenario político nacional.
Los gobernadores, una vez aliados al oficialismo, ahora exploran nuevas vías de colaboración en un intento por proteger los intereses de sus provincias y contrarrestar el avance de Milei y su vicepresidente. Esta alianza, aunque arriesgada, podría ser un punto de inflexión en la lucha por el poder político en Argentina. Con Información de LPO
