La situación ha provocado una ola de indignación entre los padres y alumnos, especialmente en medio de la crisis económica que azota a muchas familias.
En Villa Lavalle, el colegio secundario América Latina se encuentra en el centro de la controversia, ya que padres y estudiantes se enfrentan a la realidad de no poder ingresar a la institución si no llevan el uniforme reglamentario.
La política estricta del colegio, que ahora exige zapatos, pantalón azul y la infame “chomba” que alcanza los exorbitantes 23 mil pesos, ha dejado a muchos estudiantes en la puerta desde las 7:30 a.m., sin poder acceder a sus clases.
Es crucial destacar que según los padres “el colegio, que nunca antes había requerido un uniforme completo, ahora ha impuesto esta nueva normativa, dejando a muchos padres sin opciones viables dadas las condiciones económicas actuales”.
“Es imposible para nosotros comprar estos uniformes”, lamentan los tutores, quiénes se agolpan en las puertas del establecimiento.
La realidad es cruda: un par de zapatos alcanza los 70 mil pesos, un pantalón 40 mil, y la chomba se vende a 23 mil.
Con la cuarta modificación del uniforme, los padres se sienten atrapados en un ciclo interminable de gastos adicionales que simplemente no pueden permitirse.
La falta de consideración por parte de la administración del colegio hacia la situación económica de las familias ha llevado a una pérdida significativa de días de clases para muchos estudiantes.
Además, la repentina modificación de las prendas, antes de color bordo y ahora de un nuevo diseño, color azul, ha generado confusión y frustración entre los afectados.
A esto se suma otro problema: la precariedad de las condiciones en el colegio. Según los padres y alumnos indican la ausencia de baños y agua, lo que crea un entorno aún más difícil para los estudiantes.
Ante esta situación, la comunidad educativa exige respuestas y soluciones concretas por parte de las autoridades del colegio.
La falta de acceso a la educación debido a barreras económicas no solo afecta el presente de los estudiantes, sino también su futuro.
Es fundamental que se aborde esta situación de manera urgente y se brinde apoyo a las familias que enfrentan dificultades económicas para garantizar la igualdad de oportunidades educativas para todos.
