En medio de la tremenda crisis nacional, la Municipalidad de Salta ha generado un revuelo al triplicar el aumento de los impuestos locales.
¿La razón? Según Sergio Zorpudes, secretario de Obras Públicas, “este incremento se destinará al arreglo de las calles de la ciudad”. Sin embargo, la pregunta que resuena entre los contribuyentes es: ¿realmente se está utilizando el dinero de manera efectiva?
Para muchos salteños, el impacto de estos aumentos se ha hecho sentir en sus facturas de servicios básicos, dónde una parte significativa del monto total corresponde a impuestos municipales.
Y mientras tanto, las quejas sobre el estado de las calles, plagadas de baches, continúan sin ser atendidas adecuadamente. ¿Qué está pasando con todo ese dinero recaudado?
Vale la pena destacar que históricamente, la obra pública fue lugar dónde la mayoría de los políticos maquillan números y “se quedan con el dinero”.
Una situación aún más preocupante es la creación de un nuevo cargo en la Municipalidad, los “comuneros”, cuya función y costo generan incertidumbre entre los contribuyentes.
Algunos residentes de barrios vulnerables han visto cómo sus boletas de EDESA se disparan de manera exorbitante en tan solo dos meses, pasando de montos que no excedían los 3,000 pesos a cifras tan altas como 17,000 pesos.
Varios de los contribuyentes, que además son víctimas de las inundaciones, se ven excedidos al tener que elegir si pagan las elevadas tasas municipales o compran alimentos.
Ante esta situación, Zorpudes aseguró que todos los impuestos recaudados se destinarán al arreglo de las calles de la ciudad. Además, enfatiza en la eficiencia del uso de la maquinaria y empleados municipales para maximizar el rendimiento de las obras. Según sus palabras en el programa La Yapa, “si la gente paga 400 pesos por estacionamiento, ese dinero va directamente al arreglo de las calles, al igual que los impuestos”.
Sin embargo, la falta de transparencia en el manejo de estos fondos y la aparente desconexión entre los anuncios oficiales y la realidad en las calles generan escepticismo entre la población.
Mientras el Gobernador muestra y compara las boletas de los servicios de la capital salteña con el AMBA, esta acción municipal deja expuesto al Gobierno que le abrió un espacio e impulsó para que hoy sean gestión.
Los problemas de infraestructura persisten y los salteños continúan preguntándose si realmente recibirán el retorno esperado por sus elevadísimas contribuciones.
