Judiciales

Imputaron al sobrino del senador Romero y ex presidente de la Panadería Social por fraude de más de 100 millones de pesos

Los imputados se presentaron a la audiencia asistidos por abogados particulares, decidieron abstenerse de declarar y responder las preguntas de la fiscalía.

La fiscal Ana Inés Salinas Odorisio imputó a Luis Emilio Fayón Medina, sobrino del legislador nacional Juan Carlos Romero, por el presunto delito de fraude.

El ex presidente de la Panadería Social de Salta fue imputado provisionalmente por el presunto delito de fraude a la administración pública. En el caso de su esposa y su cuñada, fueron imputadas como participes necesarias del mismo delito.

Tras una exhaustiva investigación que destapó serias irregularidades en la gestión de la entidad municipal.

Según la denuncia presentada el 24 de mayo por el Procurador General de la Municipalidad de Salta, la auditoría reveló un manejo irregular de los recursos de la Panadería Social, con posibles daños económicos al erario municipal de aproximadamente $100 millones.

La investigación de la Unidad de Delitos Económicos Complejos (UDEC) encontró pruebas de sobreprecios y compras direccionadas, favoreciendo a comercios vinculados a los imputados.

Entre los hallazgos más alarmantes, se destacan compras de margarina a precios exorbitantes—hasta diez veces mayores que el valor de mercado—y la facturación de sumas millonarias a proveedores sin historial comprobado en el rubro.

A modo de ejemplo, un proveedor facturó “Margarina Premium por 10 kg.” a $161.150, cuando el precio real rondaba los $16.560. La diferencia representó un daño patrimonial superior a los $3.300.000 sólo en este rubro.

La auditoría, que se centró en el periodo de julio a diciembre de 2023, reveló presuntos sobreprecios, compras direccionadas y un manejo irregular de los recursos de la Panadería Social, lo que podría haber causado un perjuicio económico al erario municipal de aproximadamente $100 millones.

De acuerdo a la investigación, la Panadería Social habría favorecido a ciertos comercios sin justificación, en particular a los negocios de la esposa y la cuñada de Fayón Medina, quiénes habrían facturado a la Panadería Social sumas superiores a los $50 millones por la venta de fiambres y embutidos.

Según se desprende del informe de los investigadores, resultó, “cuanto menos extraño, que un ente de las características de la Panadería Social, haya adquirido insumos en comercios de tan pequeña escala, sin historial en el rubro, sin una relación de provisión previa, y sin un procedimiento de selección que al menos promueva la eficiencia y la transparencia en el gasto”.

Además, se detectaron inconsistencias en el uso de la materia prima comprada por la Panadería Social. Las cantidades de insumos adquiridos superaban significativamente las necesarias para la producción registrada, lo que sugiere un grave faltante de stock sin explicación aparente.

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