AGUARAY: FUERON A VOTAR CON BIDONES VACÍOS PARA VISIBILIZAR LA FALTA DE AGUA
Este gesto simbolizó las dificultades que enfrentan para acceder a agua segura para el consumo, ya que el suministro de agua corriente en la localidad solo está destinado a fines sanitarios.
En el marco de las elecciones del domingo, en Aguaray los residentes adoptaron una medida visualmente impactante al presentarse en los centros de votación con bidones vacíos.
A pesar de que el Gobierno provincial ha completado la perforación de un pozo profundo de agua y está avanzando en la construcción de un segundo, junto con planes para un tercero, la mayoría de los habitantes aún dependen de bidones, camiones cisternas y tanques de agua estratégicamente ubicados. Esto se debe a que el agua de red, originalmente destinada al consumo, se ha visto comprometida desde que el río Caraparí, que alimentaba el dique Itiyuro, se secó. En consecuencia, Aguas del Norte ha tenido que recurrir al embalse el Limón, cuya agua no es apta para el consumo.
A modo de protesta por el deficiente servicio, la semana pasada, los residentes bloquearon la ruta 34. A pesar de estos reclamos, la comunidad continúa reuniéndose diariamente en la plaza principal para expresar su descontento ante la ineficiencia del suministro de agua.
Adriana Montes, una residente, compartió con Nuevo Diario que, si bien las dificultades para obtener agua se remontan al año pasado, hace tres meses comenzaron a experimentar cortes diarios y a recibir agua en horarios específicos. Montes lamentó que, debido a limitaciones económicas, no todos pueden costear el agua embotellada, cuyo precio oscila entre 700 y 800 pesos. A pesar de los esfuerzos de la empresa para proporcionar soluciones, como tinakos en lugares públicos, Montes señaló que esta agua no es segura a largo plazo y puede convertirse en un foco de infección si no se mantiene adecuadamente limpia.
Los residentes también expresaron su frustración por el incumplimiento de las promesas, ya que solo uno de los tres pozos profundos anunciados ha comenzado a funcionar. Este pozo solo abastece al 30% de la población, mientras que los problemas persisten debido a la contaminación del agua proveniente del Itiyuro. La mujer destacó que aún no han recibido confirmación de la seguridad del agua extraída del nuevo pozo, ya que los procesos de verificación por parte de la empresa y el Ente Regulador demoran aproximadamente 30 días.
En cuanto a la presencia de cianobacterias en el agua, los residentes se sienten desamparados, ya que ninguna autoridad, incluidas las entidades de salud, el municipio y Aguas del Norte, ha proporcionado explicaciones o soluciones. La falta de claridad sobre este problema ha generado una sensación de desprotección entre los ciudadanos afectados.