Santiago Caputo toma el control: Libertarios sin experiencia al mando de NA-SA
El próximo miércoles 28 de agosto, el gobierno de Javier Milei dará un paso polémico al nombrar un nuevo directorio en Nucleoeléctrica Argentina, la empresa encargada de operar las centrales nucleares del país.
Santiago Caputo, el influyente asesor presidencial, ha designado a Alberto Lamagna como presidente de la compañía, en reemplazo de Luis Fasanella, quien pasará a ocupar la vicepresidencia. Sin embargo, lo que más ha sorprendido es la incorporación de figuras sin experiencia en el sector nuclear: Jeremías Coppola, un joven trader de criptomonedas, y Emiliano Giana, hermano de un ex dirigente del PRO y actual militante libertario.
La comunidad técnica y científica se ha mostrado alarmada por la falta de especialistas en el nuevo directorio de NA-SA. Tanto Coppola como Giana no tienen antecedentes en la industria atómica, lo que ha generado preocupación en la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA), entidad que no tuvo voz en la conformación del nuevo equipo.
Con este movimiento, Caputo busca consolidar un perfil más político y menos técnico en la conducción de la mayor empresa nuclear del país.
Estos cambios se producen en un momento crítico para NA-SA, ya que la empresa enfrenta la decisión de extender la vida útil de la central nuclear Atucha I.
Con una parada técnica programada para el 29 de septiembre, el futuro energético de Argentina podría estar en juego si el proyecto se posterga para mantener la central operativa durante el verano.
Mientras tanto, las especulaciones sobre una posible privatización de NA-SA ganan fuerza. Lamagna, un físico con una trayectoria política variopinta, habría prometido acelerar este proceso en los próximos meses, siguiendo los lineamientos de Caputo y su círculo cercano.
Con un panorama incierto y decisiones clave en el horizonte, el futuro de la energía nuclear en Argentina está en manos de un grupo de libertarios sin experiencia en el sector.
El desenlace de esta apuesta por el cambio podría tener repercusiones profundas en la capacidad energética del país y en la seguridad nuclear.