ALARMANTE!! | El ENACOM aprobó la fusión de Cablevisión y Telecom
Así, se transformará en la mayor empresa del país y será la primera en brindar cuádruple play en Argentina al ofrecer telefonía fija y móvil, internet y televisión paga
La dictadura militar le dio Papel Prensa. Raúl Alfonsín autorizó la toma de Radio Mitre. Carlos Menem le entregó Canal 13 y avaló luego el avance desmesurado del negocio de la TV por cable, especialmente en el interior del país. Fernando de la Rúa le otorgó la reforma de la Ley de Radiodifusión y el “Plan Nacional de Televisión” por el cual pudo adquirir radios y canales de televisión abierta en todo el interior de la Argentina.
Eduardo Duhalde, además de una devaluación que le licuó una millonaria deuda en dólares, le aportó la “Ley de Preservación de bienes y patrimonios culturales” que establecía que una empresa periodística en crisis no podría ser enajenada por acreedores extranjeros. Néstor Kirchner, a horas de dejar su Gobierno, firmó el decreto que avaló la fusión Multicanal-Cablevisión, creando un monopolio del cable nunca visto en el mundo. Cada una de estas decisiones políticas vino acompañada de una fórmula irrenunciable: apoyo irrestricto en los medios del grupo hasta el día después de la reglamentación final del beneficio. El Grupo Clarín dio ayer un nuevo paso en esta estrategia de dominación. Mauricio Macri, quien ya le había hecho un gran aporte al suspender (a horas de haber asumido) la aplicación de la “ley de medios” que limitaba el avance del grupo y obligaba a partir sus empresas, ahora le otorgó el premio mayor. El Enacom autorizó ayer la fusión entre Cablevisión y Telecom, creando el mayor y más poderoso conglomerado de comunicación y medios que haya existido en el continente. Y con casi nulos ejemplos en el mundo. De hecho, un Gobierno libertario en lo económico dentro de su país como el de Donald Trump prohibió hace pocas semanas el pedido de fusión entre AT&T y Fox, pese a que esta cadena había apoyado abiertamente al presidente norteamericano.
No hay ninguna lógica ni económica ni comercial ni política que justifique la decisión tomada ayer por Macri. Más allá de la ensoñación y la ilusión que, con esto, el macrismo crea que compró el amor y respaldo del grupo, para siempre. Pasarán ahora algunas semanas -el plazo es de 45 días-, a la espera de que la Comisión Nacional de Defensa de la Competencia dé el visto bueno definitivo; y que las reglamentaciones finales estén ya publicadas en el Boletín Oficial y aplicadas. Luego vendrá lo inevitable. Clarín comenzará a trabajar por el próximo negocio (¿El monopolio de la TV satelital? ¿La radarización. ¿El fútbol?), y si Macri no se lo otorga (se descarta que lo hará), comenzarán las presiones y los apoyos al candidato que le garantice el próximo paso.
Para Telefónica y Claro queda ahora la promesa del Gobierno de firmar en los próximos días un decreto que las habilite a dar televisión satelital. Si así no fuera, no se descarta que haya presentaciones contra la Argentina ante el CIADI, una alternativa preocupante para muchos integrantes del gabinete nacional. Se expone Macri además a que en el mundo se vuelva a ver a la Argentina como un país peligroso para las inversiones extranjeras, precisamente lo contrario a lo que el país necesita en estos momentos y que el Presidente tanto reclama cada vez que viaja al exterior. La decisión del Gobierno se da en un momento clave para el país: ya se aprobó en Diputados un proyecto de Ley de Defensa de la Competencia prohijado por Elisa Carrió y Mario Negri que pondrá en marcha el sistema legal que combate monopolios y empresas en abuso de la posición dominante que ya había sido votado en los años 90 y que los Kirchner mantuvieron congelado e inactivo. Se espera ahora que Defensa de la Competencia, aunque no tenga aún la nueva ley marco, tome nota y asuma la responsabilidad que le cabe de revisar la decisión del Gobierno antes de emitir el dictamen que la convalide.
Fuente: Ámbito.com