Anochecía en La Tacita de Plata y con la oscuridad llegó la noticia, la beba que obligaron a nacer con apenas 703 gramos y 25 semanas de gestación, con una maduración express de sólo 24 horas, fallecía producto de sus propias condiciones como prematura y por venir transitando una concepción violenta y forzada, en donde su pequeña madre de 12 años no sabía lo que le ocurría a su cuerpo.
Jujuy-. La bandera que ese sector de Jujuy que brega por la ilegalidad del aborto y que bregó porque una niña de 12 años fuera utilizada como incubadora humana, y en pos de “Salvar las Dos Vidas”, sólo consiguió muerte.
No basto su dolor, no bastó su pequeña voz pidiendo terminar su sufrimiento, pasaron por encima de todo derecho, y objetaron un vacío legal que les serviría para dormir tranquilos con sus conciencias, pues habían hecho parir a una niña y toturaron un feto de 703 kg que con mucha dificultad podría respirar, pero sólo les dio 5 días de alborozo porque no resistió más la gran cantidad de tubos y medicamentos a los que fue expuesto para mantener esa bandera llena de soberbia y tan falta e empatía.
¿Para qué? Para ganar una batalla que desde el sector pro vida, -representado por altos funcionarios jocosamente se presentaron a sentar postura ante el Materno Infantil, parecía ganada. Ganó la inoperancia, ganó el desprecio por la vida, ganó la ausencia de empatía en una sociedad que pedía a gritos una niña pariera, que una niña fuera una incubadora.
Fuente: Jujuy es Noticia
