Adiós a ‘Pipo’, fundador del histórico copetín al paso “La Ribera”

• Por: Teresita Frías

El antiguo bar metanense llora su partida, toda la ciudad de luto. La noticia causa especial consternación en los asiduos clientes del espacio. Un lugar ícono para las personas de los sectores populares.

En las últimas horas se confirmó el fallecimiento de Domingo “Pipo” Medina, de 80 años, quien bautizó con el nombre de “La Ribera” a un histórico bar de la ciudad metanense.

El bar trasciende hace 48 años de funcionamiento en calle General Güemes, siendo un espacio de fiel clientela, buscado por los más deliciosos sándwiches de milanesa y conocido por introducir en el mercado gastronómico local las hamburguesas.

La noticia causó consternación entre los asiduos visitantes del lugar que lo elegían como espacio de encuentro social.

La Historia

‘Pipo’ era oriundo de la ciudad de Metán, del barrio Villa Obrera, procedente de una familia trabajadora, transitó una niñez muy austera. Conoció la cultura del trabajo desde muy pequeño cuando comenzó a lustrar botas.

Ya en su adultez conoció a Beba Vallejos su ex mujer y decidieron probar suerte en Buenos Aires, pero fue por poco tiempo, regresaron y fundaron “La Ribera”, antes ubicado en el cruce de la calle General Güemes y las vías férreas, comenzó siendo un carrito sandwichero, pero siempre destacándose por el sabor inigualable de los sándwichs de milanesas.

Corrían los ’80, el cine en esa ciudad era un boom y Pipo solía contar que “se quedaban hasta las cuatro de la mañana para esperar la salida de la segunda tras noche de los cines Avellaneda y Radar“.

Una de las tantas anécdotas que Medina comentaba es que “al principio llegó a tirar mas de 150 hamburguesas porque la gente no sabía que era y no querían comerlas, aún así fué quien las impulsó en la ciudad”.

Además fue uno de los primeros en comenzar con una PyMe “llegó a tener mas de 15 trabajadores en el local”, cuenta Marco, su yerno, la economía cíclica de la Argentina también afectó a “La Ribera”, pero aún así no se doblegó ni cerró sus puertas.

Una particularidad de este lugar es que quienes fueron con sus padres cuando eran niños/as hoy siguen la tradición de sus familias y continúan eligiendo el legendario bar para degustar los más ricos “sándwichs de mila”.