Cerca de las 8.30 de la mañana y con la presencia del gobernador Gustavo Sáenz, partió la Cabalgata hacia la quebrada de la Horqueta, lugar donde el General Martín Miguel de Güemes llegó herido de muerte.
Sin un protocolo que los condicione, los gauchos celebraron el poder haber participado libremente del tradicional acto en homenaje al héroe gaucho. “Vivimos esto de una manera muy especial. Deseábamos volver a la normalidad”, expresó Francisco Aráoz, presidente de la Agrupación Tradicionalista Gauchos de Güemes. Bajo una mañana fría, pero con Sol, el camino hacia la quebrada de la Horqueta pudo verse repleto de gauchos.
“Es una gran satisfacción. La sangre de Güemes sigue corriendo”, sostuvo Reynaldo Villagomez, uno de los tantos gauchos que participó de la marcha.
Para acompañar el normal traslado de los gauchos hacia la quebrada, a las 6 de la mañana se activó un operativo especial para que todo se pueda realizar de la mejor manera Se dispuso afectar a inspectores de Tránsito para los cortes y desvíos; como así también a motoristas junto a patrulleros para el acompañamiento de la cabalgata que contó con la presencia de gauchos del interior de la provincia.
