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POR TENER EL MISMO NOMBRE, APELLIDO Y PROFESIÓN CONFUNDEN CON UN VIOLADOR A UN ODONTOLOGO SALTEÑO

Horas de angustia está atravesando un joven profesional tras ser homónimo de su primo, un hombre, actualmente prófugo, acusado de abusar a una adolescente. Ante esta situación acudió a los medios de comunicación para aclarar que no es el denunciado.

En comunicación con InfoSalta, Marcos Abrebanel, indicó “el acusado es mi primo, esto está afectando mi carrera y mi vida privada” y agregó: “mi consultorio se encuentra en calle Santiago del Estero 310, mientras que el consultorio de la persona a la que todos se están refiriendo está situado en calle 20 de Febrero al 300. Compartimos nombre y profesión, pero nada tengo que ver con el lamentable hecho que se está denunciado”.

Es que Marcos Abrebanel, no solo es homónimo de su primo, sino que también ambos son odontólogos. Mediante un comunicado el profesional de la salud solicitó a los medios de comunicación se hicieran eco de esta aclaración, ya que su carrera y su vida privada se están viendo afectadas. Al punto de recibir amenazas, “temo un daño mayor tanto para mí como para mi familia”, resaltó.

EL VIOLADOR SE ENCUENTRA PRÓFUGO

Luego de la denuncia penal caratulada de abuso sexual con acceso carnal radicada por familiares de la víctima, bajo el patrocinio legal de la abogada Graciela Oviedo, el odontólogo Marcos Adrían Abrebanel interviene la Unidad de Delitos contra la Integridad Sexual del MPF, y según consignaron, no se ha podido dar con el paradero del médico, por lo que es intensamente buscado por personal policial.

El hecho que se denuncia tuvo lugar en el consultorio del profesional, cuando la menor acudió a un turno de atención médica.

Según consta en la denuncia, el odontólogo empezó con comentarios fuera de lugar sobre el cuerpo de la menor mientras le realizaba un arreglo dental en la camilla.

Una vez terminada la intervención, el acusado habría acorralado a la menor, impidiendo que la misma pueda escapar, y en ese momento, habría abusado de la joven. Además, el implicado habría amenazado a la menor de no develar a nadie los hechos que habían acontecido y solicitó que la joven le proporcione fotos íntimas.

Tras salir del consultorio, la víctima le confesó a su padre de lo sucedido lo que desató la ira de la familia contra el abusador.

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