
En la mañana de hoy, la sede de la Unión Obrera de la Construcción de la República Argentina (UOCRA) en Salta fue el escenario de una manifestación protagonizada por trabajadores que demandan empleo y cambios en la representación gremial. La Policía desmintió las versiones difundidas de toma de rehenes.
Entre los manifestantes, un trabajador expresó su descontento, calificando la situación como un “manoseo total” y acusando a algunos representantes de manipular los recursos de los trabajadores. Otro trabajador compartió su preocupación por el miedo que sienten los trabajadores al expresar sus reclamos, alegando que el temor a represalias afecta la capacidad de exigir mejoras laborales.
Las manifestaciones se llevaron a cabo en todo el país como parte de un reclamo general de los obreros, exigiendo empleo y cambios en la representación gremial. Los trabajadores insistieron en que su intención no era causar disturbios, sino buscar soluciones para los problemas que enfrentan. “Dijimos desde un principio que nadie iba a venir a romper nada, porque el gremio es la casa de todos los trabajadores. Vinimos, hablamos, explicamos todas las cosas, que vienen desde hace rato y queremos que nos den soluciones”, expresó uno de los trabajadores que se encontraba manifestando, y agregó: “La solución es que queremos que estas personas se hagan a un lado, porque lamentablemente no están viendo por los trabajadores”.
Los manifestantes señalaron a la dirigencia gremial actual, liderada por Rubén Aguilar en Salta, acusándola de no abogar en favor de los trabajadores durante décadas. Además, se destacaron denuncias sobre obstáculos para acceder a empleo, con acusaciones hacia Alejandro Reynoso, hijo del secretario adjunto Pedro Reynoso, quien también fue señalado por supuestas amenazas de represión.
A pesar de las versiones iniciales sobre violencia y toma de rehenes, la Policía de Salta desmintió estos incidentes y confirmó que los manifestantes explicaron sus motivos en un diálogo con las autoridades. Los trabajadores anunciaron que esperarán 48 horas por una respuesta a sus demandas, de lo contrario, continuarán con sus manifestaciones.
En el trasfondo del conflicto, los trabajadores reclamaron las irregularidades en las últimas elecciones, hace dos años, denunciando la presentación de una única lista, lo que afectó a trabajadores de varias localidades, entre ellas a Capital, J.V. González, Metán, Quebrachal, y sin explicación de cómo la actual gerencia llegó al poder. La manifestación busca transparencia en el proceso y una representación gremial que defienda los intereses de todos los trabajadores, poniendo fin a lo que consideran “30 años de inacción“.
“Queremos algo limpio, ya basta de mentiras“, afirmaron los trabajadores, instando a que la delegación sea abierta para todos, ya que consideran que algunas personas en la actual administración no están capacitadas.