
El impacto de esta combinación de altas temperaturas y la inminente llegada de tormentas plantea desafíos tanto para la salud pública como para la infraestructura local.
En un domingo marcado por temperaturas abrasadoras, la ciudad de Corrientes se vio afectada por una sensación térmica excepcional que alcanzó los 53 grados Celsius durante la siesta, según informó el Instituto Correntino del Agua y del Ambiente.
A pesar de que se pronosticaba una máxima de 38ºC, el calor extremo se hizo sentir en la tarde del domingo.
Esta situación llevó al Servicio Meteorológico Nacional (SMN) a emitir una alerta amarilla por lluvias y tormentas en toda la provincia de Corrientes. El organismo advierte sobre la posibilidad de lluvias intensas acompañadas de tormentas fuertes, ráfagas de viento que podrían superar los 90 km/h, actividad eléctrica intensa, ocasional caída de granizo y una abundante precipitación acumulada estimada entre 40 y 70 mm, pudiendo superarse en áreas específicas.