La inclemente furia de las lluvias ha sumido a nueve provincias en un estado de alerta amarilla este lunes, exacerbando una situación ya crítica marcada por inundaciones y evacuaciones.
Buenos Aires y Entre Ríos, las dos regiones más afectadas por el embate meteorológico, enfrentan una dura batalla contra la naturaleza mientras buscan recuperarse de una semana de tormentas implacables que han dejado víctimas fatales y una estela de destrucción a su paso.
El Sistema de Alertas Tempranas del Servicio Meteorológico Nacional ha emitido la alerta amarilla para Buenos Aires, Entre Ríos, Córdoba, Corrientes, Santa Fe, Chaco, Formosa, Jujuy y Salta, advirtiendo sobre la persistencia de las tormentas en estas regiones.
La ciudad de Buenos Aires y la provincia de Entre Ríos se encuentran entre las más golpeadas, con barrios sumergidos bajo el agua, residentes evacuados y comunidades gravemente afectadas. Los servicios de transporte también han sufrido interrupciones, con cancelaciones de recorridos en trenes, subtes y vuelos.
En el epicentro de la devastación se encuentran localidades del centro, norte y oeste de Buenos Aires, así como la capital y La Plata, donde las lluvias torrenciales han causado estragos en municipios como Arrecifes, Capitán Sarmiento, Carmen de Areco, Chacabuco, Colón, General Arenales, General Pinto, Junín, Leandro N. Alem, Lincoln, Pergamino, Rojas y Salto, entre otras.
Se pronostica que las lluvias y tormentas persistirán en estas áreas, con condiciones climáticas adversas que podrían continuar hasta la mañana del jueves, aunque se espera una gradual mejoría con el paso de los días.
