
El gobernador lamentó que, a diferencia de Chile, el lado argentino del Paso de Sico no esté pavimentado, incumpliendo un antiguo acuerdo.
En una entrevista con Alejandro Fantino, el gobernador de Salta, Gustavo Sáenz, expresó su frustración por la detención de obras nacionales que tendrían un impacto significativo en la competitividad del norte argentino, destacando en particular la culminación de la Ruta Nacional 51 (RN51).
Sáenz subrayó la complicación de transportar la soja producida en la provincia hasta Rosario, y señaló que hacerlo a través de Chile sería más beneficioso debido a la mayor profundidad de las aguas chilenas, permitiendo una mayor carga. Destacó que la conclusión del tramo argentino del Paso de Sico sería crucial para impulsar las economías del norte.
Señaló que acceder al Puerto de Mejillones en Chile resolvería problemas económicos al evitar el transporte de la producción hacia el centro del país antes de exportar, lo que encarece la producción local debido al aumento del costo del combustible.
Sáenz expresó su tristeza y frustración por la paralización de obras, especialmente la RN51, licitada durante la presidencia de Cristina Kirchner pero nunca concretada. Afirmó que, pese a las dificultades de los últimos cuatro años, se lograron muchas obras necesarias en el norte argentino, y la detención de proyectos cruciales generó una mezcla de sentimientos, incluyendo tristeza y bronca.
El gobernador concluyó señalando que la gestión de estas obras también depende de cada gobernador y su compromiso con el desarrollo regional.