Policiales

“EN EL MATERNO DE ORÁN MATARON A MI HIJO, ENTRÓ POR UN DOLOR DE TOBILLO Y ME LO DEVOLVIERON EN UN CAJÓN”

Es el clamor de una madre devastada, que además señala a la justicia de intentar encubrir a los médicos. Asegura que no le entregan los resultados de la autopsia, y así “están perdiendo pruebas fundamentales para esclarecer las verdaderas causas de la muerte de su pequeño”.

Desde la ciudad de Orán, una mujer desesperada, Ana Gabriela Sandoval, de profesión Policía, con la jerarquía de Sargento, ha compartido con InfoSalta una tragedia que ha dejado marcada su vida para siempre.

El pasado 9 de febrero, Ana llevó a su hijo de ocho años, José Ignacio, al Hospital Materno Infantil debido a un dolor en el tobillo por una caída. Lo que inicialmente parecía una visita de rutina al médico se convirtió en una pesadilla inimaginable.

Según relata, a InfoSalta, tras una consulta con la médica de guardia, el día 9, la doctora Adriana Carolina Colque, administró al niño una inyección “sin que se le informara a ella sobre el medicamento”.

A pesar de la aparente leve lesión, José Ignacio comenzó a mostrar síntomas preocupantes después de regresar a casa, lo que llevó a Ana Gabriela a buscar ayuda nuevamente en el mismo nosocomio, porqué en la Clínica de esa localidad no había médicos.

Luego de ir y venir por un día entero, me lo internan el domingo 11 después de hacernos esperar durante dos horas, porqué según ellos mi hijo no estaba grave”, manifestó la mujer.

La situación empeoró rápidamente durante la noche del domingo, cuando el niño desarrolló un brote alérgico severo, pero los médicos continuaron administrando medicamentos sin informar adecuadamente a la madre sobre el tratamiento o las posibles reacciones alérgicas: “nunca le realizaron análisis para ver qué es lo que tenia, yo todo el tiempo estuve con mi hijo, fue desesperante cuando mi hijito me dijo que no podía respirar y ver la falta de atención de los médicos”, lamenta la Sargento.

Me lo reventaron a medicamentos, cuando vieron que mi hijo no daba más, me avisan que lo iban a inducir al coma, yo no entendía nada, nunca hicieron por derivarlo a Salta”, expresó la joven con lágrimas en los ojos.

La historia que relata es desgarradora, llena de negligencia médica y dolor insondable. En cada detalle se refleja la falta de atención y cuidado que recibió su pequeño.

Durante la madrugada del domingo, José se agravó, pero continuaron con las inyecciones y el niño tuvo dificultades para respirar por una fuerte inflamación en el cuello.

La víctima siguió internada mientras Ana lo notaba cada vez peor: “El martes por la noche, le comenzaron a extraer sangre de los pulmones. Un médico salió y me dijo que, en el caso de que el paciente saliera con vida, quedaría parapléjico, luego de eso murió”, cuenta la madre invadida por la tristeza. Según consta en el certificado de defunción firmado por la doctora Livia Zabala, el niño falleció por un shock séptico debido a una falla multiorgánica, infección de piel y partes blandas”. La madre no logra explicarse que en cuatro días su hijo haya terminado de esta forma cuando solo asistió al hospital por un dolor en el tobillo producto de una caída.

Aún así, Sandoval, mantuvo las fuerzas para pedir justicia por el hecho, radicó la denuncia, quién tomó el caso y está encargada de investigar qué es lo que realmente sucedió con el pequeño José Ignacio es la Fiscal Carreras, pero ahora la joven sufre “los tiempos de la justicia”.

Es la segunda vez que voy a la Fiscalía a ver los resultados de la autopsia y no me la quieren dar. El resultado debería haber estado el viernes”, indica. “Yo creo que están encubriendo a los médicos, y sé muy bien que están perdiendo pruebas importantes para saber que le hicieron a mi hijo”, resaltó Ana.

No sé si la fiscal es madre, pero a ella le pudo haber pasado. No le deseo a ningún niño esto, pero ella debería ponerse en mi lugar“, expresó Ana, refiriéndose a la fiscal a cargo del caso. Su desesperación por la falta de respuestas y la negativa a entregarle la autopsia de su hijo reflejan la lucha incansable por la justicia y la verdad.

La denuncia de Ana Gabriela Sandoval expone una cadena de errores médicos y una búsqueda desesperada de respuestas. Su llamado es claro: justicia para José Ignacio y que los responsables rindan cuentas por su negligencia.

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