La declaración jurada del presidente presentada a la Oficina Anticorrupción (OA) detalla que la principal causa de este aumento se encuentra en una caja de ahorro con US$ 65.522,87, la cual el presidente consignó con un valor de $52.775.395. A esto se suman ingresos por $22.021.827 en “trabajo y alquileres” y otros $35.434.617 en “ingresos no alcanzados por el Impuesto a las Ganancias”.
En un país donde la palabra “austeridad” se ha convertido en el lema de quienes ostentan el poder, la realidad muestra un escenario distinto cuando se revisa la evolución patrimonial del presidente Javier Milei y su entorno más cercano.
Mientras la clase media y los jubilados cargan con el peso de los recortes y la inflación, la fortuna del mandatario y su hermana Karina ha crecido de forma escandalosa en apenas 11 meses de gestión.
Cabe mencionar que este mandatario asumió el cargo con un patrimonio de $21.101.634, cerró el año 2023 con bienes valuados en $125.640.891, lo que representa un incremento del 495%, superando ampliamente la inflación anual y desnudando un enriquecimiento que contradice su discurso de austeridad.
Mientras tanto, la secretaria general de la Presidencia, Karina Milei, también experimentó un incremento patrimonial, aunque más modesto, del 74%. De $2.034.531 iniciales, pasó a $3.548.270.
Sin embargo, sus finanzas no están exentas de polémicas: mantiene deudas por más de un millón de pesos y, según investigaciones previas de La Nación, controlaba una sociedad en Miami que adquirió propiedades por US$ 2,7 millones en 2022.
El contraste es perturbador. Mientras el patrimonio presidencial crece, las políticas de ajuste impactan en la salud y el bienestar de los sectores más vulnerables.
La eliminación de subsidios, los recortes en medicamentos para jubilados y la erosión de la clase media dejan claro que la austeridad es una carga que no todos llevan por igual.
El panorama se hace más sombrío cuando se observan los patrimonios de otros miembros del gabinete.
El ministro de Economía, Toto Caputo, declaró un incremento de 2042% en 2023, pasando de $744.541.568 a $15.951.090.088, superando a la exministra de Relaciones Exteriores, Diana Mondino, quien con sus $23.746.302.146 fue desplazada por Gerardo Werthein, nuevo canciller y potencialmente el más acaudalado del equipo de gobierno, con una fortuna de $85.553.932.433.
El discurso de la austeridad pierde todo sentido cuando quienes lo promueven se enriquecen mientras la mayoría de los argentinos lucha por sobrevivir. La pregunta inevitable es: ¿hasta cuándo?