Policiales

¿Malgasto de recursos? Infantería, bomberos y Seguridad Vial movilizados por un taxista trucho atrincherado

La escena, que inicialmente parecía un operativo rutinario de tránsito, escaló rápidamente hasta requerir la presencia de infantería y una autobomba de los bomberos, generando desconcierto y debate entre los vecinos.

Una mañana convulsionada se vivió en la intersección de las avenidas Belgrano y Mitre, una de las más transitadas de la capital salteña, luego de que un conductor de un taxi trucho decidiera atrincherarse en su vehículo tras ser interceptado por Seguridad Vial.

El hecho comenzó cuando agentes de la Vial detuvieron al conductor por sospechas de realizar transporte ilegal. Según los informes, un intercambio de dinero entre el chofer y una pasajera alertó a los oficiales, quienes solicitaron la documentación correspondiente. Al confirmarse que el vehículo no contaba con habilitación, el chofer, identificado como un trabajador informal, se encerró en su auto y comenzó a llamar a conocidos en busca de apoyo.

La negativa del conductor a cooperar derivó en un tenso enfrentamiento verbal con los oficiales, mientras una multitud de taxistas y trabajadores del volante llegaban al lugar para respaldarlo. A pesar de los empujones y amenazas iniciales, los presentes aseguraron que su intención era pacífica.

Lo que encendió las alarmas fue el nivel de respuesta de las autoridades. Al lugar arribaron efectivos de infantería equipados con escudos, bomberos a bordo de un autobomba, y refuerzos de la comisaría segunda. Los agentes argumentaron que el despliegue era necesario para prevenir incidentes, dada la cantidad de personas que se congregaron en el lugar.

Sin embargo, los testigos calificaron la movilización como “exagerada”, considerando que se trataba de un único conductor atrincherado.

Horas de tensión y resolución pacífica

El abogado del chofer, quien permaneció todo el tiempo dentro del vehículo, afirmó que su defendido “evaluaba la situación para tomar una decisión que lo beneficiara”. Finalmente, tras más de cuatro horas de resistencia, el conductor accedió a mover el auto y aceptar la multa correspondiente.

El incidente terminó sin mayores disturbios, pero dejó a la ciudadanía cuestionando si el operativo fue proporcional al conflicto. “Parecía que estábamos ante una situación de alto riesgo, pero era un tema de tránsito”, expresó un testigo.

Debate sobre la regulación y el uso de recursos públicos

El caso reabre el debate sobre la problemática de los “taxis truchos” en la ciudad y el uso de recursos policiales en operativos de esta índole. Mientras las autoridades defienden su accionar como necesario para garantizar el cumplimiento de las normas, los ciudadanos exigen una revisión de los procedimientos, considerando que el despliegue resultó más impactante que el incidente en sí.

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