Clima

2024: El año en que la tierra ardió como nunca antes

Este récord marca un hito devastador en la crisis climática y evidencia un futuro incierto para la humanidad.

La Organización Meteorológica Mundial (OMM) ha confirmado que 2024 fue el año más caluroso jamás registrado, alcanzando una temperatura media global de 1,5 grados centígrados por encima de los niveles preindustriales.

El impacto de la actividad humana, señalado por las Naciones Unidas como el principal impulsor de este fenómeno, ha desencadenado una década de temperaturas extremas, con efectos devastadores: aumento del nivel del mar, derretimiento acelerado del hielo polar y fenómenos meteorológicos extremos cada vez más frecuentes.

Cada fracción de grado importa”, advierte Celeste Saulo, secretaria general de la OMM, recordando que las consecuencias del calentamiento global no son uniformes y golpean con mayor fuerza a los sectores más vulnerables.

Los océanos, que almacenan el 90% del exceso de calor, han registrado temperaturas récord no solo en la superficie, sino también en sus capas más profundas.

Este aumento descontrolado amenaza los ecosistemas marinos, los medios de subsistencia de millones de personas y la seguridad alimentaria global.

El secretario general de la ONU, António Guterres, llamó a los gobiernos a tomar “medidas pioneras en 2025” para cumplir los objetivos del Acuerdo de París y limitar el aumento de la temperatura global. Aunque el panorama es sombrío, Guterres enfatizó que “todavía hay tiempo para evitar lo peor de la catástrofe climática”.

La humanidad enfrenta un punto de inflexión. La evidencia científica es clara y las alarmas están encendidas: la inacción ya no es una opción.

¿Responderán los líderes globales al llamado urgente o seguiremos avanzando hacia el abismo climático?

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