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Se fue de Jujuy al Sur escapando de un ex violento. La siguió y hostigó hasta lograr que la echen del trabajo

Natalia Tolay es jujeña, tiene 35 años y 4 hijos menores de edad, incluyendo un bebé.  Hace 7 años se mudó a Río Turbio, Santa Cruz, escapando del ex marido y padre de sus niños porque la violentaba: “me pegaba mucho y la última vez que me golpeó me mandó al hospital”.

Dos años después ella consigue ingresar a la policía.  Su ex la encontró y no dejó de hostigarla y cometer actos de violencia de género, perjudicándola con falsas denuncias hasta lograr que la apartaran de su puesto laboral. Habiendo sido sobreseída de una causa en su contra, ahora está luchando para que le restituyan su trabajo.“Yo entré a la policía, me gané mi lugar sola, sin ayuda. Hice un examen psicológico,  físico,   me gané mi trabajo, me lo quitaron por denunciar a los jefes y me echaron de la más terrible forma”.

Natalia, en una entrevista con este medio, explica con detalles su caso: “Yo ingresé en el 2014 a la policía, ahí fue cuando mi ex nos encontró y se vino a Río Turbio, la verdad pensé que había cambiado y le di una oportunidad pero me volvió a golpear en mi casa, me arrancó un mechón de pelo y me atacó con un palo de escoba, fui a parar al hospital. Lo denuncié y me dieron custodia. Pero fue para peor en mi trabajo por estar recién egresados. No nos dejaban tomar carpeta. Y ahí empezó mi calvario porque se burlaban de mi condición los jefes. Era la vergüenza por tener custodia siendo yo policía. Me negaron mi carpeta. Mis permisos. Mi ex empezó a publicar en un Facebook trucho a nombre de Monica Muñoz que yo era una prostituta, que me drogaba, que hacía fiesta donde vivo, que maltrataba a mis hijos. Que en mi remis, porque manejaba un remis en mis tiempos libres, salía a robar a la gente. Me acusó de ladrona, de haber entrado al super La Anónima a robar”.

Prosigue: “Cuando yo llevé ese día a unas pasajeras en mi remis y me bajé a comprar, a ellas las encontraron robando y a mí me acusaron de cómplice por haberlas llevado. Es de ahí que me inician diferentes actuaciones administrativas. Aclaro, siempre basadas en dichos. Esto empeoró el día que mi ex me agarra en plena avenida y choca mi auto. Estando mi hijo en el interior. Ahí fue peor porque al chocar quedamos en plena avenida y fue ahí donde él se baja con un cuchillo. Acompañado él por la novia y los hijos de la señora. Ahí se mete a defenderme un compañero del trabajo y entra a pelear. En eso, ya estaba alterada, sacada y me le enfrenté, ya no podía más y le peleé a pesar de que él tenía un cuchillo. Esto pasó cerca de las 18. Con muchos testigos. Llegó la policía y me arrestaron. Me llevaron esposada como a él, a la comisaría. Ahí me tuvieron a pesar de estar golpeada, parada en una esquina en un salón con mi ex, escuchando sus burlas. Me acusaron de resistencia al arresto, de ser yo la que quiso atentar contra él y la novia. Me acusaron de muchas cosas que son mentiras. Fue por eso que tuve que hacer un vídeo denunciando todo públicamente.  Porque tenía miedo de que me pasara algo, porque la policía siempre lo defendía y me acusaban a mí. Y me iniciaban actuaciones administrativas”.

La violencia de su ex pareja se entrecruzó con la violencia institucional y laboral que ejercieron sus propios colegas . “La policía iba a mi casa a media noche porque él les llamaba y les decía que yo estaba golpeando a mis hijos. Tengo informes en desarrollo social, visitas de asistentes sociales, de psicólogos, adonde fueron mis hijos y jamás encontraron ni detectaron nada de eso. Denunció a mi hijo mayor (que no es un hijo en común con esta ex pareja)… Siempre sin ser verdad y constatado por profesionales. A mí me han amenazado. Me han roto el auto, los vidrios, un montón de veces de noche, a pesar de  ver la cámara nunca se sabía quién era. Te imaginas cómo iba a ser. Si la policía lo ayudaba a destruirme. Fue por eso que subí el vídeo. Y pedí mi pase. Y las chicas del Plenario de trabajadoras, Las Rojas- en  2016- ellas ayudaron con el tema, se comprometieron en jefatura a darme mi pase. Pero todo fue una mentira mediática para callarme. En ese momento fue lo mismo, prometieron ayuda, contención y  nunca pasó. Me dejaron en la nada. Mis denuncias todas hechas en comisaría nunca tuvieron curso, nunca llegaron al juzgado, denuncié en jefatura de la policía de Santa Cruz a los jefes, nunca los sancionarán. Yo tuve que trabajar en otro sector pero no me trasladaron, me tuve que quedar. Estuve embarazada trabajando. Mi bienvenida en mi nuevo lugar de trabajo fue limpiar una oficina, techos y paredes, estando de 8 meses. Nunca me reconocieron los certificados. Trabajé mis ocho horas. Hasta el día que me encerraron en una oficina para obligarme  a firmar mi pedido de cesantía. Me descompuso el olor a cigarrillo el no haber desayunado. Tuvieron que llamar una ambulancia”

Lejos de recibir asistencia y contención  por parte de una institución del estado como es la policía, hubo complicidad con su ex pareja, re-victimizándola. Tolay sostiene:  “Con él lograron llenarme de causas, denuncias, él los ayudó, así me iniciaban actuaciones administrativas. A pesar de salir sobreseída. Por robo, daño, son denuncias sin validez pero hacía que me presentara en el juzgado. Tengo sobreseimiento, nunca fui culpable. Él ahora se fue de aquí, ya no está y a mí me sacaron el trabajo. Sin ser juzgada por la justicia, la policía me cesanteó y me dio la baja. Me desesperé, es injusto y me fui a casa de gobierno en Río Gallegos,  me paré ahí a esperar que me atienda la gobernadora con mis 4 hijos. Nunca me atendió. Sólo me atendió el jefe de la policía y Lisandro de la Torre, jefe a cargo, para poder explicar algo que no tiene explicación.  No sabía qué decir, mi expediente nunca llegó completo a las manos de mi abogado. Siempre fue a medias, nunca lo tuve completo y por ese expediente según ellos me sacaron, es sobre  el del supuesto hurto. En el cual ni siquiera había sido citada a declarar en la justicia”.

Natalia Tolay fue sobreseída la semana pasada en la causa por robo, y por la cual la gobernadora Alicia Kirchner la cesanteó como agente de policía. Pide la reincorporación inmediata a la fuerza. “Hoy existe un papel que me avala y demuestra la injusticia cometida por la jefatura de policía de Santa Cruz… Quiero que me regresen mi trabajo, mi dignidad, y  basta de violencia laboral- institucional”… En su cuenta de facebook publicó: Hace un mes que me dieron cesantía en la fuerza policial, desde hace dos años que vengo aguantando calumnias, injurias de todo tipo en las redes sociales sin poder defenderme. Soy la mujer que se paró en Casa de gobierno con sus 4 hijos a pedir mi dignidad laboral arrebatada injustamente, hace un mes que pido respuestas por la injusticia cometida y respuesta a mis escritos presentados por mi abogada en jefatura de la Policía de Santa Cruz sin respuestas, violentando mis derechos y los de mis hijos, -el día 13 de abril- me notificaron la resolución ‘sobreseimiento’. Fui acusada sin el beneficio de la duda, me condenaron mucho antes  que la justicia, hoy pido mi reincorporación inmediata. He denunciado en el Inadi y en la justicia a cada persona que me calumnió y voy a hacer que me paguen por todas las acusaciones y difusión de mentiras a mi persona. Sólo quiero se conozca la violencia institucional, el machismo existe y lo vivo, decirles que no hay que callar y luchar, yo vengo luchando desde hace 4 años y no voy a callar más”

Desde la organización Plenario de Trabajadoras -Partido Obrero-, expresaron en el diario Nuevo Día -del Sur-: “en estos tres años Natalia Tolay ha denunciado a tres jefes de la policía, lo que ha desatado esta persecución. Los comisarios Carlos Matus y Alejandro Castro y el oficial José Luis Zabala denunciados por violencia de género y abuso de autoridad han sido ascendidos y trasladados mientras a Natalia se la deja sin trabajo”.

 

 

(Claudia Alvarez Ferreyra)

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