
Por: Alejandro Carrizo (2016) en Cultura Jujeña de Bolsillo. Cuadernos del Duende, Jujuy.
Por lo general, la noche del 31 de julio se “limpia” la casa para espantar los males (ese día no debe usarse el horno ni el agua, sólo si fuera muy indispensable, pues los elementos –aire, agua, tierra y fuego– se están “peleando”). Se sahuma con inciensos, hierbas medicinales, koa, manzanilla, azúcar, alumbre, yista y mirra.
Al mediodía del 1° de agosto se “enflora” el pozo (en el mismo lugar que el año anterior) con papel picado y serpentinas, se rocía la boca del pozo con alcohol, hojas de coca y cigarrillos.
Se reúne toda la familia alrededor del pozo. Se destapa y se limpia. Todos beben un trago de chicha o vino con un mismo vaso. Se le “convida” un chorrito a la Pacha antes de que cada uno beba. Luego, uno por uno, de mayor a menor, los integrantes de la familia van depositando la comida en el pozo y “entregando” chorros de bebida (siempre con elementos naturales, madera o caña, nunca elementos de metal).
El abuelo o de lo contrario el padre de familia enciende un cigarrillo y lo para en la tierra para que se consuma, al mismo tiempo pide mentalmente o musitando favores a la Madre Tierra y reza: “Pachamama, kusilla, kusilla”. Todos observan en silencio. Luego, en forma ordenada, cada uno deja hojas de coca (bien seleccionadas, las mejores) y toma un puñado de tierra del montículo que quedó alrededor del pozo y lo vuelve a tapar. Posteriormente se procede a limpiar los utensilios que portaban la comida de la ceremonia con el resto de tierra que queda, cuidando que la tierra caiga sobre el hoyo. Cuando se ha cubierto totalmente la abertura, se marca el lugar con una piedra, para señalar el sitio de la ceremonia hasta el próximo año.
Finalmente se almuerza (generalmente la misma comida que se le ofrendó a la Pachamama), se brinda y se desea un buen año a los otros familiares y a los amigos que llegan a la casa, y luego todos siguen con sus tareas cotidianas, pero evitando los actos violentos para no lastimarse ni herir a nadie. “Se debe estar en paz consigo mismo y con los demás”, esa es la consigna del día.
Si por cualquier circunstancia alguien se lastimara, ello se considerará un mal presagio de un año nefasto, hasta el próximo 1° de agosto.