El economista de 44 años es intensamente buscado desde el 24 de agosto, cuando dejó el cadáver de su hijo de 2 años en un hotel de Barcelona, España.
Martín Ezequiel Álvarez Giaccio, de 44 años, es un economista argentino que vive en España desde hace 20 años. Hoy es buscado por haber asesinado a su hijo de dos años.
Según señala Infobae, Álvarez y su expareja se conocieron en Barcelona. Ambos vivían junto a su hijo en el barrio de Sants. Sin embargo, los padres decidieron separarse el pasado 16 de agosto.
Todo parecía indicar que el final de la relación se había dado en buenos términos. No tenían peleas ni problemas visibles.
Es así que días después el economista hizo una reserva en el hotel Concordia para pasar la noche del 24 de agosto junto al pequeño. La madre lo permitió, pues no hubo conflictos entre ellos.
Ambos fueron vistos por varios huéspedes del hotel cuando fueron a la piscina. “Coincidimos ayer en la piscina con el padre y el niño. El padre le decía ‘Mira a mamá, dile que estás bien, que estás en la piscina’. Lo grabó en el agua y en una silla al lado. Lo único que me pareció curioso es que lo grabó dos veces al pequeño”, señaló una huéspedes el 25 de agosto como testimonio a los Mossos d’Essquadra.
Sin embargo, la tranquilidad entre los ex esposos acabó ese 24 de agosto, cuando la mujer empezó a recibir amenazas en su celular. “Te dejé en el hotel lo que mereces”, fue el mensaje que más le preocupó a la madre. Fue de inmediato al hotel. Al llegar, la madre exigió acceder a la habitación 704 que fue reservada por su expareja. Al inicio el acceso le fue negado, pero tras mostrar los mensajes, le permitieron ingresar.
Al entrar al cuarto junto a la policía, se encontró el cuerpo del menor debajo de la cama. Según señaló la autopsia, el pequeño falleció a causa de asfixia mecánica. Álvarez Giaccio no estaba el hotel y, tras el seguimiento de cámaras de seguridad, se pudo conocer que escapó saltando por un balcón.
Tomó un taxi y se dirigió al aeropuerto de El Prat, era medianoche y se acercó a un policía a consultar si podía hacer una documentación, pero no se lo permitieron.
Desde el día del crimen no se conoce su paradero.
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