Política

EL FUTURO YA LLEGÓ, Y LA MOTOSIERRA SE HARÁ SENTIR EN LOS MUNICIPIOS SALTEÑOS

•Por: Lorena López

El ajuste de las partidas que anticipó el presidente electo Javier Milei ya generó un efecto en los municipios de la provincia.

Muchos de los jefes comunales que asumirán, se encuentran por estas horas evaluando las cuentas que recibirán, unas más en rojo que otras, y los festivales de gastos y designaciones de un pasado reciente, que equidista de lo que vendrá. La duda acontece en conocer si “la motosierra” será la causa de ese futuro temido, o solamente el vehículo clarificador de situaciones financieras que tocaron fondo hace bastante tiempo.

Y es que el efecto sonoro del plan “motosierra” de Milei -que incluye la paralización de la obra pública financiada por el Estado nacional- ya empezó a golpear la puerta de los municipios salteños: así, el intendente electo de Rosario de Lerma, días atrás anunció una batería de cambios necesarios a partir del 10 de diciembre frente a una economía devastada que deja Enrique Martínez, además de blanquear una lista interminables y millonarios gastos, que difícilmente sea justificable.

Del mismo modo, si bien Enrique Borelli en Cerrillos no realizó anuncios de ajustes, cierto es que le aguarda un destino incierto, como incierta es la rendición de la saliente intendenta Yolanda Vega.

Siguiendo la línea de cinturas ceñidas para los próximos meses, Elizabeth Sánchez de La Viña anticipó a FM Ya (91.3), que para la renovación de su mandato habrá restricción en gastos, por ejemplo, de bolsones de fin de año que se entregaban a familias del personal.

Además se recortará la entrega de mercadería a otros miembros de la comunidad, como también en el gasto en combustible.

El futuro ya llegó, y el clima de tensión ya se respira en los pasillos de los municipios. Y no hace falta viajar demasiado por la geografía salteña para cotejar la cita ricotera, porque apenas y en el Canal de la Yrigoyen, yacen los restos de los sueños de los vecinos, de la transformación de ese espacio que quedó reducido a cartelería. “Hay obras que ya están paralizadas“, sostuvieron desde varios municipios en diálogo con este medio. “No las vamos a poder continuar porque no habrá plata para ellas, al menos hasta nuevo aviso como dice el Gobierno nacional que viene“, advirtieron.

A esto se le suman los cuestionados números de las gestiones salientes, que exponen groseros derroches, de los cuales la municipalidad de la ciudad de Salta encabeza la lista, seguida por Rosario de Lerma y Cerrillos en el Valle de Lerma y Orán en el norte, entre los casos más escandalosos que deberán ser clarificados, teniendo en cuenta otro detalle no menor, que Nación realizó una inversión de más de 100.000 millones de pesos en obra pública en la provincia durante los últimos cuatro años.

Rosario de Lerma y Cerrillos en rojo

Rosario de Lerma pica en punta y de manera sistemática con inconsistencias, que quedaron totalmente expuestas durante la fallida transición entre el saliente Enrique Martínez y el entrante Sergio “Topo” Ramos. El resultado: denuncias de gastos extraordinarios por parte de la comuna, imposibles de justificar.

Millonarias sumas en combustibles, teléfono e internet, alquiler de maquinarias, limpieza y fumigación, estudios jurídicos, publicidad, ceremonial, desmalezado y limpieza de canales, que tampoco pudieron ser explicados mediante auditoría.

En tanto, en Cerrillos y tras dos años de mandato de Yolanda Vega, la impunidad pareció atornillarse, con otra transición fallida, con ausencia de informes al Concejo Deliberante, pases a planta permanente, aún a sabiendas del riesgo económico al que expone a la gestión entrante, injustificables viajes al exterior, convenios al por mayor, de los cuales no existen registros, y la lista sigue.

Con estas obscenas cifras y acciones impunes, proyectar obras resultaría en utopía, atento a que las prioridades, seguramente y por los próximos meses residirán en apagar los fuegos que dejan los salientes jefes comunales.

El cinturón apretado en La Viña

Elizabeth Sánchez renovará su mandato al frente de la intendencia y, consultada sobre la perspectiva ante el cambio de gobierno nacional, adelantó que “vamos a hacer una restricción de gastos porque no sabemos qué es lo va a pasar”.

“Yo tengo mucha esperanza, mucha fe, sabemos que tenemos un gobernador que es súper gestor, que no va a abandonar y va a gestionar constantemente en acción. Y hay que darle la posibilidad a una nueva gestión, acompañar, para que si le va bien al nuevo presidente nos vaya bien a todos. En esta parte vamos a acompañar de la mejor manera posible y hay que recaudar lo más que se pueda y evitar muchísimo gasto para poder mantenerlo. Hay que comprar combustible, la ropa del personal, tenemos maquinaria también que necesito reparar”, afirmó.

La restricción de gastos se dará en los bolsones de fin de año que se entregaban a familias del personal. Además se recortará la entrega de mercadería a otros miembros de la comunidad. A su vez, sostuvo que se debe reducir el gasto en combustible para solventar las prioridades.

En cuanto al anuncio de la obra pública cero, la intendenta manifestó que es algo que si le ha preocupado porque actualmente La Viña tiene doce obras con financiamiento nacional en proyección, de las cuales seis provienen del BID.

Entre esas obras, está la realización de mejoras en barrios tanto de Talapampa como La Viña, con cordón cuneta y cámaras de seguridad y la creación de un Centro de Desarrollo Infantil que ya cuenta con una licitación aprobada.

Pronóstico y no sólo del tiempo

El verano 2024 anticipa un aumento histórico en las temperaturas, y el norte comienza a transpirar con anticipación, y no de calor precisamente, sino por lo que se sabe se avecina: mayor demanda de energía eléctrica en un contexto de posibles aumentos y de agua potable… el círculo sin fin de historias de la temporada, que tienen como epicentro a Orán, Tartagal y aledaños. Será entonces que las recientes expresiones de la futura canciller Diana Mondino: “No hay pa’ todos”, sobre la crisis energética que se avizora, no sólo abarcará a los industriales y “los transformadores” que vaticinaba necesitarán, será para poblaciones completas.

Para el caso de Orán, y con una deuda actual que asciende a más de mil millones de pesos, de la gestión de Pablo Gonzalez, se encuentran más que comprometidas las billeteras para responder a cuestiones tan básicas como los servicios esenciales, menos aún para el cumplimiento de obras pendientes que mitiguen las demandas antes planteadas.

En tanto, en Tartagal, si bien Hernández Berni tiene proyectada la creación de la Secretaría del Agua, a esa estructura habrá que revestirla de obras efectivas para la provisión del vital líquido a las zonas más lejanas, y la historia vuelve a cero, frente a las billeteras vacías que expone la Nación.

En Mosconi, Palma aseveró que los ajustes sólo pasarán por la planta política: “Estoy lejos de ser una motosierra, estoy en la posición de evaluar cada caso particular”, se defendió la intendenta electa.

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