Una joven decidió romper el silencio y exponer el abuso sexual que sufrió, pero solo se encontró con la indiferencia, el desprecio y la falta de capacitación de la fuerza local.
La víctima, que prefiere mantener su identidad en reserva por miedo a represalias, relató a la periodista Marina Torres que se encontró con un conocido en la madrugada para charlar.
Luego de algunas horas, ella decidió retirarse, pero el hombre la atacó brutalmente. Según el relato el agresor “la llevó por la fuerza a una cancha cercana, golpeándola en el ojo izquierdo y en las costillas cuando, intentó resistirse y gritar por ayuda pero todo fue en vano”.
“Fui esa misma noche a denunciarlo, pero la policía no me quiso tomar la denuncia. Me preguntaron, burlándose, si en verdad quería denunciarlo por ‘eso’”, expresó la joven.
El trato de los uniformados no hizo más que agravar su situación, dejándola desprotegida y con miedo a las amenazas que el agresor le hizo, me dijo que “tenía contactos y podía mandar a matarme”.
Según la víctima los policías le dijeron estar ocupados y se negaron a proceder con la denuncia, demostrando una falta de sensibilidad y profesionalismo alarmantes. “Al principio no pude hacer la denuncia, no quisieron tomarmela, y me dijeron burlándose que si en serio quería denunciar por eso”, comentó.
Cabe mencionar que la mujer presenta moretones por todo el cuerpo, evidencia clara del ataque violento que sufrió.
Nuevamente informamos las fallas en el sistema de protección y justicia, especialmente para las víctimas de violencia de género y sobrevivientes.
