Esta vez, sus victimas son las concejales Ana Sol García Mendoza y Emma Lanocci que han renunciado a sus cargos de vicepresidencia, hartas del maltrato y las artimañas de esta funcionaria puesta a dedo.
En el Concejo Deliberante de Metán, la controversia vuelve a tener un rostro conocido: Romina Barboza. Esta funcionaria, que ha saltado del Radicalismo, a Juntos por el Cambio y ahora es más Peronista que Perón, para asegurarse un puesto de poder, está nuevamente en el ojo de la tormenta.
Fuentes del Concejo aseguraron a este medio que “es insostenible el maltrato y griterío de la presidenta a sus pares”. Este clima tóxico no es nuevo; Barboza ha sido criticada por su trato despótico y su historial de falsas acusaciones.
El caso más reciente involucra a Sergio Márquez, un TikToker crítico del gobierno municipal, quién denuncia que Barboza lo acusó falsamente de violencia de género para impedirle el acceso al recinto. Denuncia que fue desestimada por la justicia.
Esta abogada graduada en la Universidad Siglo 21, alcanzó notoriedad durante el juicio contra Raúl Ledesma, un exconcejal de Juntos por el Cambio acusado y condenado de abuso sexual.
El nombre de esta mujer fue mencionado repetidamente en el juicio, por encubrir y apretar a una de las madres de una víctima, pero nunca fue citada a declarar, evitando así enfrentar posibles cargos por falso testimonio, algunos atribuyen ese beneficio por tener una especial amistad con un alto funcionario del gobierno de la provincia.
Las renuncias de García Mendoza y Lanocci no son casos aislados. Las disputas dentro del Concejo, exacerbadas por el comportamiento de esta mujer, reflejan una lucha de poder en la que la presidenta utiliza cualquier medio para silenciar a sus críticos, hasta pedir que Javier Milei vuelva a ser persona grata en Metán, yendo contra del discurso peronista que ahora embandera y ahora le da de comer.
Romina Barboza, quién alguna vez se autodenominó periodista y hasta paga un programa de televisión de financiamiento dudoso, ahora se enfrenta a un escrutinio más intenso al ser señalada como la tirana del Concejo Deliberante Metanense.
Su caso evidencia que cualquier cuatro de copas con un poco de poder se convierte en tirano y maltrata a cuanta persona se le cruza.
