Revolución científica: CONICET descifra la fusión mitocondrial
Este fenómeno, hasta ahora poco entendido, es esencial para el correcto funcionamiento de las mitocondrias, los orgánulos conocidos como las “usinas energéticas” de la célula.
Un equipo de científicos liderado por Alejandro Peñalva, investigador del CONICET, ha dado un paso crucial en la comprensión de la vida celular, arrojando luz sobre uno de los procesos más complejos y vitales de nuestras células: la fusión mitocondrial.
Las mitocondrias son estructuras microscópicas encargadas de generar la energía necesaria para prácticamente todas las funciones celulares. Además, desempeñan un papel clave en la regulación de la muerte celular y en el mantenimiento del equilibrio del calcio dentro de la célula, crucial para la salud celular.
El proceso de fusión mitocondrial, mediante el cual dos mitocondrias se unen para formar una sola, es controlado por proteínas especializadas, como la Mitofusina 2 (Mfn2). Un desequilibrio en este proceso puede dar lugar a enfermedades graves, incluyendo trastornos neurodegenerativos, problemas cardíacos y cáncer.
El estudio, realizado en colaboración con Iván López Montero de la Universidad Complutense de Madrid, logró visualizar por primera vez cómo la Mfn2 controla la fusión mitocondrial a nivel molecular. Este importante avance fue publicado recientemente en la revista PNAS, una de las más prestigiosas de la Academia Nacional de Ciencias de los Estados Unidos.
“Conocer cómo funciona Mfn2 a nivel molecular es un avance significativo para desarrollar aplicaciones en salud y avanzar en investigaciones biomédicas futuras. Esta información es clave para desarrollar terapias más efectivas contra afecciones neuromusculares y enfermedades como la de Charcot-Marie-Tooth 2A”, afirmó Peñalva.
El equipo argentino y español no solo logró producir la Mfn2 en células de mamífero, sino que también identificó las condiciones mínimas necesarias para que esta proteína realice su función. Usando video microscopía de alta velocidad y experimentos de reflectometría de neutrones en Francia, los investigadores determinaron la proporción adecuada de lípidos y la composición específica de la membrana mitocondrial necesarias para la fusión.
Estos descubrimientos no solo mejoran la comprensión de la dinámica mitocondrial, sino que también abren la puerta al desarrollo de nuevas estrategias farmacológicas para combatir patologías relacionadas con la disfunción de Mfn2.
Sin duda, este avance coloca a la ciencia argentina en la vanguardia de la investigación celular, con potenciales aplicaciones que podrían transformar el tratamiento de enfermedades debilitantes en el futuro cercano.