Género

Indignación y alarma: En la UBA realizarán un Congreso sobre el Falso SAP que favorece a abusadores

¿Qué intereses se esconden detrás de esta iniciativa? Y, sobre todo, ¿qué consecuencias traerá para quienes más necesitan ser escuchados y protegidos?

La Facultad de Derecho de la Universidad de Buenos Aires (UBA) se encuentra en el ojo de la tormenta tras el anuncio del “Congreso de Alienación Parental y Violencia Familiar”, que se llevará a cabo en noviembre en su aula magna.

Lo llamativo y preocupante es que este evento gira en torno al denominado Síndrome de Alienación Parental (SAP), una construcción sin sustento científico que no figura en ningún manual de enfermedades mentales y que, según especialistas y organismos de derechos humanos, es una herramienta utilizada por abusadores para desacreditar las acusaciones en su contra.

El Falso SAP fue presentado en 1985 por el psiquiatra estadounidense Richard Gardner, quien afirmaba que las denuncias de abuso sexual infantil eran manipulaciones de las madres para vengarse de sus exparejas.

Gardner, cuyas opiniones sobre la pedofilia y su participación en juicios para quitar la custodia a las madres y entregarla a padres denunciados fueron ampliamente repudiadas, se suicidó en 2003.

La comunidad científica internacional ha desestimado esta teoría, refiriéndose a ella como “el falso SAP”.

En Argentina, hay grupos de padres denunciados por abuso que siguen invocando este supuesto síndrome para intentar restablecer el contacto con sus hijos, a menudo con el respaldo de sectores judiciales que ignoran las advertencias de la comunidad científica y los organismos de protección infantil.

UNICEF, la Defensoría Nacional de Niñas, Niños y Adolescentes y otros organismos han sido claros al respecto: el SAP es una “falacia carente de rigor científico” y su uso en el ámbito judicial es un retroceso en la protección de los derechos de la infancia.

El repudio no se hizo esperar. Diversas asociaciones de psicología y psiquiatría han alzado la voz contra el Congreso, cuestionando cómo una institución académica de la talla de la UBA legitima un evento que perpetúa mitos dañinos y que, en última instancia, revictimiza a los niños y niñas que han sido víctimas de abuso.

La organización de este congreso en la Facultad de Derecho de la UBA refleja un contexto preocupante, donde el discurso antigénero y antiderechos parece encontrar nuevos espacios para sembrar dudas y retrocesos en conquistas esenciales para la protección de la niñez y la justicia.

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