
InfoSalta accedió a la información que esta funcionaria judicial del distrito Orán, apeló el sobreseimiento, lo que reabre el debate: ¿se busca justicia o se persigue a una madre que ya sufrió la peor condena imaginable?
El 5 de febrero, la Justicia de Orán resolvió el sobreseimiento total y definitivo de Mercedes Yolanda Vargas, quien había sido acusada por la muerte de sus hijos en un incendio ocurrido en 2021.
La decisión del juez Aldo Primucci no solo la eximió de responsabilidad penal, sino que también la reconoció como una “madre – víctima”, dejando en evidencia el rol del Estado en la precarización de la vida de muchas mujeres y familias.
El 13 de febrero, con los plazos vencidos y sin impugnaciones, el sobreseimiento de Vargas quedó firme. Sin embargo, ayer InfoSalta conoció que la fiscal María Soledad Filtrín Cuezzo presentó una apelación, aunque aún no se han revelado sus argumentos.
Una tragedia convertida en proceso judicial
El 8 de febrero de 2021, Yolanda Vargas dejó a sus hijos Thiago (4) y Melani (6) en su casa de madera en Colonia Santa Rosa para ir a comprar comida. Minutos después, la vivienda se incendió por un cortocircuito, dejando a los pequeños atrapados.
La mujer, que maternaba sola, fue acusada por el Ministerio Público Fiscal de Salta de “abandono de persona seguido de muerte agravado por el vínculo”, mientras que el padre de los niños nunca fue investigado.
Desde entonces, organizaciones feministas y de derechos humanos exigieron su absolución, señalando que la real responsabilidad recaía en un Estado que no garantiza condiciones dignas de vida.
El fallo: reconocimiento de la “pena natural”
El juez Primucci argumentó que juzgar a Vargas sería “una nimiedad en relación a la pena perpetua impuesta por la naturaleza”, y destacó que someterla a juicio solo la revictimizaría.
“La ultra pretensión estatal de persecución deviene irracional e inhumana, toda vez que no sería útil ni necesaria la aplicación de una pena a quien ya ha sufrido tan grave daño por el hecho”, escribió en su fallo.
También mencionó el concepto de “pena natural”, que permite eximir de castigo a quienes ya han sufrido una consecuencia devastadora como resultado del mismo hecho por el que se los acusa.
Una apelación que reaviva la polémica
La pregunta que surge es inevitable ¿es justicia o castigo el intento de reabrir el proceso contra una madre que lo perdió todo?
La decisión ahora está en manos de la Cámara de Apelaciones.
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