Ruta 68: una intervención clave para resistir lluvias y desbordes

Vialidad Nacional Salta informó que continúan los trabajos de mantenimiento y mejora hidráulica sobre la Ruta Nacional Nº 68, una de las vías más importantes del Valle de Lerma, particularmente en el tramo comprendido entre Cerrillos y Talapampa, una zona que cada verano se ve afectada por lluvias intensas y desbordes de agua.
Durante las últimas semanas, las tareas se concentraron entre La Merced y Sumalao, uno de los puntos históricamente más críticos del recorrido. En ese sector, todos los años se registran desbordes que dificultan la circulación y provocan erosiones en la calzada, poniendo en riesgo la transitabilidad.
Allí se llevó adelante la reconstrucción total del canal de hormigón, que había sufrido daños severos durante la temporada pasada. En aquel episodio, el caudal superó su capacidad, el agua circuló sobre la ruta y terminó socavando parte de la estructura vial. Como parte de la intervención, también se construyó un nuevo aliviadero que permite derivar el excedente de agua cuando el canal principal se ve superado.
El sistema funciona de manera complementaria: una parte del caudal continúa su recorrido habitual hacia la alcantarilla de Sumalao, mientras que el excedente se descarga de forma controlada hacia un desagüe natural ubicado junto a la ruta. Esta solución busca evitar que el agua vuelva a desplazarse sobre la calzada durante episodios de lluvias intensas.
Además, se pavimentó la banquina en el sector donde se emplazó el nuevo aliviadero, con el objetivo de prevenir futuras erosiones que puedan comprometer la estructura. Las obras incluyeron también la sustitución del antiguo aliviadero de gaviones por una estructura integral de hormigón armado, compuesta por muro principal, muros laterales y una platea de descarga reforzada, lo que garantiza una mayor durabilidad y un funcionamiento hidráulico más eficiente.
Desde Vialidad Nacional señalaron que los trabajos continuarán de manera preventiva a lo largo de todo el tramo, con el fin de proteger la infraestructura vial, mejorar la seguridad de quienes transitan por la ruta y asegurar la circulación durante el período estival, cuando las precipitaciones en el Valle de Lerma representan un desafío constante para la red vial.
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